sábado, 30 de mayo de 2009

27 y 28 Mayo 2009: Historia de unos zapatos. Dios devuelve el ciento por uno.

Sábiè, quarta-feira 27 de Maio de 2009

Cuando el Sr. Venancio me vio salir por la puerta, vino corriendo a mí. Él estaba barriendo los alrededores de la casa, y me extrañó su actitud, porque normalmente sólo me saluda desde lejos. Entró por el portón, me saludó atentamente y me dijo: “¿Puede darme sus zapatos?” Inmediatamente miré los suyos, como por instinto, y vi que eran diferentes, que estaban muy viejos y que uno le quedaba muy pequeño y no tenía cordón.

Le dije: “Ah! Sr. Venancio, son mis zapatos, los zapatos con los que voy al río. Lo siento” Él se dio media vuelta, y medio segundo después pensé: “Vine a África para dar la vida, y no soy capaz de dar un par de zapatos viejos?

-Señor Venancio! Señor Venancio! –ya se alejaba diciendo “A kholwile!” (aceptó!)

Su cara se iluminó cuando me vió levantar Sus Zapatos Nuevos, que eran mis zapatos viejos. Regresó los cogió al modo tradicional, con las dos manos, se quitó sus antiguos zapatos y se puso los nuevos. ¡Qué maravilla! Eran de su talla.

Y tras recitar el “khanimambo!”, se alejó como niño con zapatos nuevos.

Khanimambo! por esta pequeña conversión. No es fácil desprenderte de cosas que te han acompañado durante años, como unos simples zapatos viejos que sólo sirven para ir al río, pero qué difícil es desprenderse y renunciar al modo de Jesús, con radicalidad evangélica; desprenderse de la familia, de los bienes, de tu tierra y hasta de uno mismo. Khanimambo!


Sábiè, quinta-feira 28 de Maio de 2009

Felicidades! Feliz Navidad! Feliz cumpleaños! Porque todos los días pueden ser Navidad como lo fue el día de hoy. Salimos de Ressano para Maputo a celebrar el cumpleaños de Jesús y acabé celebrando mi propio cumpleaños.

Tenía que pasar por la oficina de Correos y cuál fue mi sorpresa al encontrar 5 avisos de paquetes, además de postales y cartas para mí. Las postales eran de mi familia (Amada, Rafael, Luisa, Celedonia y Amada) con fotos del Barranco Guayadeque y de Agûimes. Luego llegué a las aduanas para recoger el resto y…. ¡sorpresa! ¡Estaban 2 paquetes de los que esperaba desde Diciembre! Es decir, de los que ya “no esperaba”.

Había de todo, porque venían mis regalos de Reyes y golosinas navideñas. Pocas cosas se estropearon, otras llegaron caducadas pero en buen estado y otras llegaron muy bien. Camisas, cuerdas de guitarra, champú, medicinas, atún, chocolate, turrones, polvorones, galletas, café, gofio, leche Millac, Cola-cao, cepillo y pasta de dientes, fotografías, un almanaque, felicitaciones navideñas, pen-drive y CDs de Ojos de Garza, Metros Solidarios, etc… Pero, ¿cuál fue mi mayor sorpresa? Unos zapatos.

Mi tía Luisa y su familia me enviaron un par de zapatos nuevos. Ayer regalé al Sr. Venancio mis zapatos viejos y hoy me regalaron unos zapatos nuevos.

Khanimambo! porque “el que da, recibe; al que llama, se le abre; el que busca, encuentra”. Hoy he recibido 100 veces más de lo que dí, 1000 veces más de lo que esperaba, 10000 veces más de lo que soñé. Tú Señor sobrepasas todas las medidas. Damos poco, lo que nos sobra, y Tú nos das todo lo que eres, todo lo que tienes. Gracias!

miércoles, 27 de mayo de 2009

25 mayo 2009: Las Hijas de María Madre de la Iglesia



Sábiè, segunda-feira 25 de Maio de 2009



Abrazó nuestro sagrario-pallota y dijo: “Qué humilde es nuestro Señor!” Se llama Alicia y es Hija de María Madre de la Iglesia. Y es que hoy nos llegó una visita tan inesperada como feliz. El señor arzobispo vino con 3 religiosas de esta congregación, Alicia, Pepita y Margarita, para conocer Sábiè pensando en una futura fundación en Mozambique.

Margarita es de Tinajo-Lanzarote, así que estuvimos “alegando” de lo humano y lo divino sobre las islas. Estábamos felices. Visitamos la Villa de Sábiè y luego Kurrumane, para finalmente ir a comer a la Misión.

Realmente se me hizo muy breve, pero se me abrió el corazón ante la posibilidad de tener cerca una comunidad de religiosas con quienes compartir la misión. Además, el simple hecho de conocer algunas en Lanzarote como Sor Ana, o las tres hermanas del Ingenio, y aquellas de Tafira Baja, me ayudan a soñar con una posible bendición.



Khanimambo! “Qué humilde es nuestro Señor!” Y qué humilde son las Hijas de María Madre de la Iglesia! Porque venir a Mozambique para fundar en rincones olvidados, es todo un signo de pobreza. Que la Madre Matilde Téllez interceda para que hagan siempre la Voluntad de Dios y elijan fundar donde Él ya ha soñado cosas grandes para la congregación.

sábado, 16 de mayo de 2009

15 de mayo 2009: El entierro de André

Sábiè, sexta-feira 15 de Maio de 2009

Roberto, Amada, Juan Antonio, Rafael e Amada em Madrid

André no era bautizado, ni siquiera rezaba en ninguna iglesia, sin embargo me pidieron que rezara por él. En esos momentos me siento ciudadano del mundo, misionero, hermano de todos, creyente más allá de las prácticas religiosas. Ante la muerte de un pobre, ¿qué hacer? La Iglesia católica aquí prohíbe que recemos por los no-bautizados que ni si quiera rezan con nosotros. Sin embargo, ¿no somos todos hijos de Dios? ¿Acaso no somos hermanos? ¿Sólo el agua bautismal salva? ¿El Espíritu de Dios no estaba en lo más íntimo del corazón de André? ¿Padre Dios no conocía su nombre, su familia, su historia, sus amores y sus sueños antes de que naciese?

Así, a las 9.00h estaba en casa de André para despedirlo con una oración familiar. Estaba todo el pueblo de la Misión de Sábiè. Las brasas del fuego encendido durante la noche aún llameaban. Cuando llegué estaban reunidos hablando de la situación en la que quedarían las hijas de André. Su esposa vino de Sudáfrica y lloraba amargamente, sin consuelo, aunque estaban separados desde hace años.

Él estaba en una pallota solo y con la puerta cerrada. Después de la oración inicial abrieron la casa y tras unos minutos en privado en que entraron los miembros de su familia, sacaron el ataúd cubierto con una capulana y nos fuimos cantando al cementerio. Allí estaba la fosa abierta, la rociaron con agua, plantaron unas yerbas en cada esquina de su interior y luego lo colocaron dentro. Lo siguiente es cubrirlo con la tierra, y para eso son sus familiares los primeros en echar un puñado, y luego el resto de los presentes.

Un Padrenuestro, una bendición, un aviso de las ceremonias del 7º día y unas palabras del régulo. Así despedimos a André…

Ahora está en Tus Manos, Khanimambo! Tú que eres Amor, que eres Misericordia, que eres Madre atenta a los pobres, a los enfermos, a los olvidados… Ahora como siempre es todo tuyo.

viernes, 15 de mayo de 2009

14 mayo 2009: Los restos mortales de André

Sábiè, quinta-feira 14 de Maio de 2009

André. Se llamaba André. André era pura piel y huesos, desnudo en la cámara frigorífica del tanatorio. Tan esquelético estaba que mi compañero dijo: “Sufrió, sufrió mucho, este hombre sufrió mucho!”. Junto a él yacía otro señor con los pies muy sucios, porque los cuerpos no estaban lavados. André falleció el lunes, pero sólo lo supimos el miércoles. Aquí sólo tiene dos hijas: Rostalina y Linda, que son toda su familia. Hace años fue a Sudáfrica abandonando a parte de su familia. De allí sólo regresó para morir enfermo de SIDA en Moamba.

Fuimos cuatro personas a reclamar el cuerpo, organizar los papeles y traerlo para la Misión. Primero fuimos a la Morgue (Tanatorio) para medirlo y mandar hacer su ataúd. Como no tenían metro partieron dos ramas de un árbol y dentro del mismo frigorífico le sacaron las medidas. Aunque primero por error medimos el cuerpo del señor que lo acompañaba, ya que no tienen identificación alguna.

De allí nos fuimos a la Escuela de Artes y Oficios para encargar el cajón, con aquellas dos ramas. Costó mil meticales y tardaron 2 horas en hacerlo. Mientras ellos fueron a comprar arroz, judias y harina, y arreglaron todos los papeles. Yo aproveché para saludar a los padres salesianos y comí con ellos. También descubrí una Oficina de Correos y mandé unas cartas para Rafael, Alejandra y Kevin.

Luego regresamos a vestir a André, una escena casi dantesca y difícilmente descriptible. Lo colocaron al modo tradicional en el ataúd y lo cargamos en mi coche. De tal forma, que hoy “mi descapotable” fue coche fúnebre.

Cuando llegamos a la Misión comenzaron a hacer todo el “informe” tradicional, mostrando las cuentas y explicando los pormenores de nuestro trabajo. Todos estaban muy agradecidos. Nos invitaron a comer un poco de “xima con kakana” y finalmente hablaron de los preparativos para mañana.

Eran ya pasadas las 16.00h así que me despedí. Treinta minutos después ya estaba en río dándome un buen baño purificador, reflexionando en solitario sobre la muerte y sobre el maravilloso don de la vida y sobre la Vida después de la Muerte.

Khanimambo! La vida es un don tan precioso que nunca Te la podremos agradecer lo suficiente. Cuando me encuentro de bruces con la muerte, ya no siento miedo, sino una enorme Paz, una seguridad última, un cierto abandono lleno de confianza y en último término una alegría serena… Cuando Tú quieras…Aquí estoy! Ni ko!

jueves, 14 de mayo de 2009

12 mayo 2009: Que nadie se tome la justicia con sus propias manos

Sábiè, terça-feira 12 de Maio de 2009

No tengo nada especial que destacar de este día. Pasé prácticamente todo el tiempo estudiando y pasando homilías y otros escritos en changana al ordenador. También pasé las actas de los encuentros con la Dirección General y por la tarde me di un “maravullo” en el río. Antes me encontré con el sr. Silva y le pedí estiércol de vaca para llevarle a Vicente.

En las Noticias me impresionaron las imágenes de un intento de linchamiento en nuestro vecino Magude. Un señor mató a otro, y la población fue al Cuartelillo de la policía local para matar al “sospechoso de homicidio”. Estaban cientos de personas exaltadas, entre ellos muchos jóvenes y niños con catanas que arrastraban por el suelo y luego levantaban en señal de venganza. Recordé las imágenes de la película “Hotel Ruanda”.

Como la policía hizo algunos disparos para dispersar a la población encolerizada, se fueron a la residencia del acusado y la quemaron, dejando a los dos hijos de éste en la calle y sin ropa.

Khanimambo! por la paz que reina por estas tierras, pero te pido que esta frágil paz se fortalezca con la justicia, y que nadie se tome la justicia con sus propias manos. En este mes de María te pido por su intercesión que nos concedas una verdadera Paz y un gran amor por la Justicia.

5 mayo 2009: Despedida de un misionero

Sábiè, terça-feira 5 de Maio de 2009

El adiós de un misionero que durante 50 años dejó su corazón en Mozambique me emocionó durante todo el día. Mateo ha pasados sus tres últimos días en Mozambique con nosotros en Sábiè-Maputo.

Salimos temprano para Maputo porque habían quedado con el sr. Arzobispo, Pepe y los dos de la Dire. De allí nos fuimos a casa de las Hermanas de los Ancianos Desamparados donde supimos que una hermana está preparando sus maletas. De allí nos fuimos a la Costa del Sol para comer, y luego a las Pilarinas donde nos acogieron Sor Asunción y Sor Mari Carmen.

Hasta hoy Mateo parecía tranquilo, pero cuando ya íbamos para el aeropuerto comenzó a respirar profundamente. Estaba a mi lado y vi cómo le temblaban las manos, en ese momento yo también me puse nervioso. Es toda una vida aquí y ha llegado la hora del adiós.

Entramos en el aeropuerto y lo acompañé para facturar la maleta y sacar el pasaje. Seguía temblando y ya casi no entendía lo que le estaba explicando. Después nos fuimos a tomar una tónica, y al poco tiempo se hizo la hora de embarcar. La despedida fue un abrazo donde me dijo: “Sé santo, sé feliz y trabaja”. Me tuve que aguantar las lágrimas porque no quería ponerle mayor dramatismo a su salida.

Ya en el coche lo llamé por teléfono y me dijo que estaba sentado en el asiento nº 38 del avión, casi en la cola. Me alegré mucho, porque unos momentos antes me había dicho que él sólo se tranquilizaba cuando se sentaba en el avión.

Khanimambo! por estos 50 años de amor, de entrega, de errores, de humanidad, de trabajo, de sueños, de lágrimas y miedos, de guerras y de paz, de hambre y miseria, de salud y enfermedad, de oración y de silencio, de seguimiento a Tu Hijo en fidelidad y sencillez. Khanimambo Mateo! Khanimambo!