miércoles, 14 de julio de 2010

"El Agua..."


Koboko, terça-feira 11 de Maio de 2010

Misa, clases y cambio de rueda por un pinchazo… y se fue toda la mañana. La tarde se pasó con la visita de Mónica, Eufrasio y Zura. Cuando se fueron me fui a arreglar la rueda pinchada al “taller”, y pasé por casa del costurero para hacerle un encargo.
En esas dos horas que pasé en su casa aprendí dos cosas importantes: que el agua es más apreciada que el oro fino, y que todavía no estoy al 100% de paciencia. Estuve observando cómo, una y otra vez usaban y reutilizaban la misma agua pasándola de un caldero a otro, de un cubo a otro y nunca la tiraban, ni se la daban a las gallinas. El agua lo es todo y su valor es incalculable.
La segunda cosa es que cuando pasan unas horas comienzo a ponerme un poco nervioso. Incluso me acuerdo de mi madre y sus visitas relámpago. Espero que se me pase y que pueda sentirme a gusto sin saber qué hora es.

Inkomu! Porque me haces ver mis límites. Gracias por esta familia, por todas las familias, por el agua y por todas las aguas: las del parto, las del bautismo, la del mar, la del río, la de las lágrimas, el sudor del trabajo, la lluvia que nos refresca, la que calma la sed… Tú eres el Agua Viva, el Agua de Vida… que nunca te dejemos escapar, que te aprovechemos y te reutilicemos.

jueves, 8 de julio de 2010

El mejor símbolo: "LA CRUZ"


Koboko, domingo 9 de Maio de 2010

Anoche, cuando ya había escrito mi diario, apareció la cruz misionera. La había perdido, o mejor dicho, no la encontraba por ninguna parte. Removí cielo y tierra, y cuando ya casi la daba por perdida… ella me encontró a mí.

Así que este día lo he aprovechado para disfrutar de mi cruz al pecho misionero. Dos misas, una visita a una abuelita enferma y un “viaje de piñas de millo” de la machamba a la casa de vovó Adelina.

Después de comer en casa de la HMMI, dediqué la tarde a ver una peli y descansar. Recibí alguna llamada que me hizo sentirme en mi tierra, oyendo voces queridas.

Inkomu! La cruz sé que es el mejor símbolo para la misión, porque realmente todo pasa por la cruz: este pueblo crucificado, mi propia cruz y Tu Cruz. Gracias por darnos esta cruz misionera, que nos hace sentir reconfortados sabiendo que Tú sigues estando en nuestra Cruz.

domingo, 4 de julio de 2010

A Ti te lo debemos todo...


Koboko, sábado 8 de Maio de 2010

La historia de los zapatos está llegando a su fin, o por lo menos eso creo. Al terminar la misa de Incomanine fuimos a recoger las chanclas que le encargué a Dona Adelaide, y que compré con el dinero de la colecta de Marpequeña (de la Noche de Reyes y de mi despedida). Ya sólo falta escribirles una carta con el bolígrafo que me regalaron, sacar unas fotografías y entregar las cholas a los niños.
Por la tarde, me fui con el sr. Simbine a lavar el coche al río, y de allí nos fuimos a tomarnos algo a un bar cercano. Lo pasamos bien, y yo agradezco esos ratitos en los que me encuentro con la gente fuera del ambiente eclesial, litúrgico… Cuando estoy lavando el coche, o bebiendo una cerveza en un bar, me siento un poco más metido en esta realidad.

Inkomu! Esta noche se nos va Vicente. Acabo de hablar con él mientras lo atendían en la puerta de embarque. Pasará dos meses en España. Espero que descanse y venga con las pilas cargadas, aunque con 73 años es difícil cargar al 100%. Tú nos das los zapatos, el río, los amigos, el descanso, las risas, el cielo estrellado, las palabras para la oración… A Ti te lo debemos todo: gracias por todo.