viernes, 24 de septiembre de 2010

Malaria...

Koboko, sábado 26 de Junho de 2010
Roberto concorre às Oposições de Alemão
Mt 8, 5-17

Al sentir los primeros síntomas por la mañana ya supe que estaba incubando una malaria. Dolores por todo el cuerpo y dolor de cabeza, falta de fuerza y de apetito. Sin embargo, ahora abro mi misal para rezar y veo que la lectura habla de fe y de salud, y en concreto acaba diciendo: “Tomó sobre sí todas nuestras enfermedades y soportó nuestras dolencias” Me sentí aliviado. Además, también dice: “Cuando Jesús entró en casa de Pedro, vio que su suegra estaba en cama con fiebre. La cogió de la mano y su fiebre desapareció; ella entonces, se levantó y comenzó a servirlos”
Éste quiero que sea mi programa para estos días de malaria: sentir que Tú eres mi salud. Sentir que me tocas y levantarme para servir a los otros. Sentir que Tú cargas con mi enfermedad y yo estoy libre para servir.

Inkomu! Por tu Palabra que me da salud, que no me cierra en mi enfermedad, sino que me abre a la vida y me hace pensar en esos 90 casos de malaria que se han detectado en el Hospital de Sábiè esta semana. Soy uno del montón, pero mi fe hace que realmente pueda continuar sirviendo a este pueblo que sufre y reza.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Donde está tu tesoro "ALLÍ ESTÁ TU CORAZÓN"



Koboko, sexta-feira 18 de Junho de 2010
Páscoa do pe. Ángel Rodríguez
Falece José Saramago
Mt 6, 19-23

“Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”. Acabo de recibir la triste noticia de la muerte de Ángel. Realmente no merece la pena acumular tesoros en la tierra, sino en el Cielo. Tu vida Señor, fue andar buscando todo lo que nos habla de eternidad: amistad, justicia, amor, paz, servicio, diálogo, acogida, entrega oblativa… Y realmente merece la pena acumular corazones en nuestro corazón, acumular sabiduría, acumular respeto, acumular cariño y capacidad de escucha. Ahí pusiste tu corazón, todo tu cuerpo, todo tu tiempo, toda tu voluntad.
Hoy llamaste a Ángel Rodríguez que también descubrió que en Ti está la fuente viva, la fuente de la vida. Él desde su opción por la JOC descubrió en la vida del mundo obrero que tu Evangelio es luz para los jóvenes de clase obrera. Llenó su corazón de tu Amor, y aún con sus debilidades humanas no dejó nunca de seguirte y amarte con todo su corazón.
Cuando visitamos hoy a una ancianita de Sábiè llamada Inácia, decía que estaba contentísima porque nunca imaginó que unos “blancos” vinieran a verla. Las manos que Cariely se confundían con las suyas mientras le daba la “Luz” como símbolo de la presencia del Señor. Me recordó la canción de que dice: “Las manos de mi madre me representan un cielo abierto…. Las manos de mi madre saben qué ocurre por las mañanas cuando amasa la vida, horno de barro, pan de esperanza… Ellas se brindan cálidas, nobles, sinceras, limpias de todo…” Así las manos de Cariely, Inácia, Pepita… que acarician, consuelan, abrazan, aplauden… junto a este pueblo… Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.

Inkomu! Por la vida compartida con Ángel Rodríguez, por sus opciones tan evangélicas, tan arraigadas en tu Tesoro. Khanimambo por las lágrimas de la abuelita Cristina cuando recibió nuestra visita, y por la alegría de Inácia, y por el cariño de Pepita y Cariely… Angelito, ahora que ya has encontrado el Reino por el que luchaste, no dejes de interceder por quienes seguimos las huellas de quien Hoy te llamó con cariño para que vivas en su Corazón.

martes, 14 de septiembre de 2010

De la palabra de DIOS al encuentro de la vida



Koboko, quinta-feira 17 de Junho de 2010
Aniversário da Páscoa do meu Pai Rafael Ramírez Vega
Mt 6, 7-15

El Padrenuestro es la oración familiar por excelencia, la que “nos hace hijos y hermanos”. En este día en que mi Amado padre nos dejó para ir a su casa eterna, nosotros también hicimos un viaje de 500 km de vuelta desde Inhambane. Todos los viajes tienen dos puntas: una triste y otra festiva. Todo viaje tiene también un duro tránsito. En Inhambane dejamos a la familia de Albino, triste por la despedida, pero al llegar a Sábiè nos esperaba la fiesta del encuentro con el grupo de seminaristas que ha pasado estos días con Jesús.
Enséñame a rezar, a ver las dos caras del mismo viaje, sintiendo en la salida, en la llegada y en recorrido Tu presencia. Me he sentido muy unido a mi familia en este día de viaje, y he sentido a mi nueva familia con quienes he aprendido también el “Bava wa hina”. Porque esta oración se aprende en el calor del hogar, en familia, sino no se comprenderá jamás.

Inkomu! Por cada uno de esos 500km de “purgatorio” al frente del volante, por mi familia de siempre y por mi nueva familia: Albino, Dito, sor Encarnación, sor Fátima, los seminaristas de Beira, la comunidad de San Vicente de Paul de Sábiè,… y todos mis nuevos y viejos hermanos, y padres, y madres que Tú me has dado para que aprenda a rezar.

NOTA: Hoy comienzo una nueva etapa en mi diario personal, donde intentaré hacer que todo sea oración. Lo haré a partir del evangelio de cada día, al estilo de los movimientos apostólicos con su método de Estudio de Evangelio, es decir, partiendo de la Palabra de Dios para ir al encuentro de la vida. Durante más de dos años he ido de la vida a la oración, ahora daré un nuevo paso, para dar nueva luz a mis ojos y poder así evangelizar mi mirada.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Con el corazón agradecido


Homoíne, segunda-feira 14 de Junho de 2010

El día comenzó a las 00.45h porque nos levantamos dispuestos para salir a la 1 de la madrugada en dirección Inhambane. A las 4.00h ya estábamos echando una cabezadita en Xai-Xai (capital provincial de Gaza) y alrededor del mediodía llegamos a nuestro destino: Homoíne (Distrito donde nació Albino). Allí paramos para saludar a la hija de la enfermera Raquel y de Ngomane, que trabaja en el Hospital distrital. Fue el momento en que nuestro gallo cantó sin parar. Nuestro coche iba bien cargadito: Dito, la hermana de Albino y su sobrino, Albino, yo, sacos de millos, gallinas, gallos, pollitos, sacos de arroz, maletas, cajas rebosantes de cosas…


La primera y emocionante parada fue en casa de la abuela de Albino, fue quien lo crió y se emocionó al vernos allí. No paraba de dar gracias, de bailar, de sonreír… Estaba realmente feliz y con el corazón más que agradecido, exultante de gozo con el Señor que le había traído a su nieto a quien llevó a sus espaldas durante años.


El segundo lindo encuentro fue con su niñita Onésia que desde que lo vio no se despegó de él ni un solo minuto. Lo miraba, lo tocaba, se despegaba para ir con sus primitos y volvía corriendo como si supiese que aquel momento era eterno, porque su padre volvería a partir.

Inkomu! El viaje fue muy bueno, aunque llegué frito. Sin embargo, el recibimiento y la acogida de la familia de Albino descansaron mi corazón y me cargaron las pilas para otros 500km.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Víctima de malos tratos...



Koboko, domingo 30 de Maio de 2010

Aniversário do matrimónio dos meus país

Dia de Canárias


El día se presentó frío pero bonito. Llegué a la Misión faltando unos minutos para las 7.00h, pero fui el primero. A los pocos minutos llegaron Paco y Dona Rabeca, y a cuenta-gotas fueron llegando los fieles para la misa. Mientras hacíamos tiempo para tener “quórum”, oí unos gritos de un niño que pasaba cerca de la capilla.

Cuando me asomé Paco estaba con él. Eran el sr. Silva y su hijo. Paco se volvió hacia mí bastante nervioso y me dijo: “se ha quemado”. Comenzamos a llamarlos para que se subiesen al coche, pero sin embargo, el sr. Silva seguía su camino. Posteriormente dio la vuelta a la casa y se acercó al coche. Cuando vi al niño me quedé horrorizado: sus dos brazos totalmente quemados, sin piel, incluyendo las manos. El niño no paraba de llorar y de gritar. Lo subimos en el coche y Paco lo llevó al Hospital para que yo celebrase la misa.

Antes de comenzar la misa, llegó Dona Mónica exaltada contando lo que había visto: el hijo del sr. Silva le robó a su padre 200 Mt, y éste le amarró las manos, le roció petróleo y le pegó fuego! Se nos pusieron los pelos de punta y luego se me revolvieron las tripas de tanto coraje. ¡¿Cómo se le puede hacer eso a un niño de 10 años?! Ahí entendimos su reacción de no venir hacia nosotros para pedir socorro, y que no nos dijese claramente lo sucedido.

Después de la misa, Paco regresó del hospital y salimos juntos. Mientras comentábamos lo sucedido, me dijo que le habían dicho que yo había llevado a la mujer del sr. Silva al Hospital Central el pasado jueves, cosa que era mentira. Eso me dejó un poco nervioso, porque ese niño ha sufrido la ira de su padre, porque su madre no estaba en casa para protegerlo, así que rápidamente fui a aclarar esa situación.

Visité al niño dos veces e intentó hablar conmigo, pero el padre no se despegaba de mí, y me dijo: “Mañana se lo cuento, sr. Padre”. Ahí vi claramente, que el niño está asustado y pensando cómo escapar de su padre, cómo encontrar a su madre, cómo salvar su vida…


Inkomu! Cogí al sr. Silva y le hice saber que cuando pasen estos primeros momentos deberá explicar muy bien lo sucedido. Hemos hablado muchas personas de denunciarlo por malos-tratos, pero el problema es que en estos momentos su madre está hospitalizada para ser operada y necesitamos organizarnos bien. Gracias a que estábamos allí cerquita para socorrerlo y llevarlo rápidamente al Hospital. Gracias porque nos contó el enfermero que hacía un año que estaban sin las gasas para quemaduras y llegaron precisamente esta semana. Gracias también por Almeida que hoy duerme en mi casa porque mañana comienza su formación como APE. Y gracias finalmente por mis padres que nunca nos maltrataron, sino al contrario nos corrigieron siempre con gran amor.

martes, 7 de septiembre de 2010

Que no juzgue Señor...


Koboko, sábado 29 de Maio de 2010

Del tiempo vivido bajo el Sol de hoy me gustaría recordar lo aprendido. Falleció esta madrugada una niña de unos 3 meses que era gemela. A las 6.00h me comunicaron la triste noticia de la muerte de este angelito, hija del sr. Albino. Me dijeron además que ese matrimonio tuvo otras dos gemelas y también murió una de ellas. Pregunté cuál sería el programa y me dijeron que a mi vuelta de las misas ya me dirían.
Cuando regresé le pregunté a Wate y me dijo explicó lo que manda la tradición en estos casos. En primer lugar, la enterraron esta misma mañana. Sólo fueron mujeres a su entierro, y no se pueden mostrar sentimientos de dolor. Al contrario van a enterrarla como si cualquier cosa, como si fuese un acto cotidiano, donde no se habla de nada triste. No se reza ni se canta, ni se hace ningún tipo de acto que indique muerte, dolor o duelo. Dicen que la tradición lo manda así porque si no la otra hermana corre peligro de morir.
Luego salió otra conversación sobre una tradición de curanderos. Esta semana se murió un curandero de Koboko en casa de un curandero de Magude a donde fue a curarse. Me contaron algo “increíble”: los curanderos se entierran de la siguiente forma. En primer lugar, se cortan la patas de una silla y la dejan tipo taburete, luego se viste al curandero con todos sus atuendos y con todos los utensilios que usaba para sus trabajos. Cavan la fosa y ponen la silla, donde luego lo sientan. Lo entierran sentado con sus atuendos, sus plumas, sus huesos o patas de conejo… sin cajón. Lo sientan y le ponen todo en las manos, lo inclinan hacia adelante y comienzan a echar la tierra.
Todo esto lo aprendí al venir de Joni, porque visitamos a este nuevo núcleo de San José.

Inkomu! Estar con los oídos atentos para seguir aprendiendo cómo se entiende y se vive la muerte según seas gemela o curandero. Cada cual tiene su forma de ser enterrado. Me resulta difícil de entender cómo enterraron al bebé y cómo enterraron al curandero, sin embargo, todo forma parte de una cultura, de una cosmovisión nueva para mí, pero ancestral y arraigada en este pueblo. Que no juzgue Señor, sino que acompañe; que sientan siempre que deseo aprender y conocer, para luego poder evangelizar.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Zapatos del Colegio "El Quintero" LANZAROTE


Koboko, quinta-feira 27 de Maio de 2010

La reunión del clero con el arzobispo fue un auténtico masque, sin embargo, me alegra sentirme parte de un presbiterio diocesano, de una Iglesia, y no un solitario párroco de un lugar perdido.
Pasé en primer lugar, por casa de las Hermanitas para llevarles los plátanos que compraron las HMMI. Con ellas desayuné. Después de la reunión fui a Correos y allí encontré 7 paquetes, casi todos llenos de zapatos del Colegio El Quintero de San Bartolomé (Lanzarote).
Luego, almorzamos para celebrar otra vez el cumpleaños de Jesús, aunque esta vez se nos unieron: Antoninho, Ir. Agustina (Amor de Dios), Pepe Casas, Paco, Jesús y yo. Un buen pollo asado con papas fritas en el Forno II.
Al regreso me llamó la técnica de la Farmacia de Moamba, Evelina, para que la llevase a Moamba. Así fue, sólo tuvimos un pequeño percance, ya que cargamos un tanque que compró y yendo por la autopista “se voló” y casi lo perdemos.

Inkomu! Pude hacer casi todo lo que quería en Maputo, cosa poco habitual. Con tanto zapato me sigo sintiendo caminante, y con la responsabilidad de hacer que los más pequeños también anden, corran, jueguen y salten con salud. Gracias por todas estas personas que hoy se han hecho presente en mi camino y que me invitan a andar, a hacer camino juntos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Algo hay por ahí...



Koboko, terça-feira 25 de Maio de 2010

Después de varios intentos finalmente pude dar una vuelta en mi bicicleta. Me sentí torpe, pero feliz. Descubrí cosas que había olvidado con los años, como que el ruido de viento y de la propia bicicleta te impide oír si un coche viene detrás de ti. Además, ya no sé soltar las manos y me cuesta dar la vuelta, sin embargo hice unos 10km y no tengo agujetas.
Importante fue también acabar el Presupuesto para el Proyecto de Korrumane, es decir, de Apoyo a la nutrición de niños o niñas cuyas madres tienen HIV-SIDA. Mañana se lo enviaré a Pepe Ramírez (Diócesis de Canarias) y a Carmen Ramírez (FEDAC) porque “algo hay por ahí” dispuesto a venir para aquí.

Inkomu! Por este paseo en bici, que me hace consciente de mi torpeza, y por este Proyecto de pronto verá la luz para bien de tantos niños y niñas con madres seropositivas.