sábado, 18 de mayo de 2013

Unas Hermanitas tan profundamente consagradas.







Betânia-Irmâzinhas de Malhangalene, segunda-feira 25 de Fevereiro de 2013



                No puedo ocultar, sería necio por mi parte, que cuando estoy en casa de las Hermanitas me siento relajado, tranquilo y a gusto. Es un auténtico kit-kat, un verdadero paréntesis de la monótona rutina de Sábiè.

                El día no empezó bien, porque me encontré que al Land Cruiser se le descargó la batería, luego me olvidé de traer al sr. Fernando Américo, luego en Matola –y por segundo lunes consecutivo- no había sistema y tuve que esperar de 6.30h hasta las 9.00 para ser atendido. Salí de allí a las 9.40h con otro carnet provisional de 3 meses. Está claro que el carnet de conducir mozambiqueño siempre me dará problemas.

                Luego, aunque algo tarde todo se fue enderezando: pedí cita en el hospital para Williamo y para Mateus, pasé por el arzobispado, etc… Gracias a Dios que me metí a mediodía en internet porque después ya nos quedamos sin línea hasta ahora. En la horita que pude navegar, descargué muchos correos y pude enviar algunas fotos, etc…



                Inkomu! Mi postre en la cena fueron tres tunos que me supieron a gloria divina. Estoy frito y se me cierran los ojos. Me acabo de quedar dormido escribiendo la frase anterior. Señor, danos hoy y siempre unas Hermanitas tan profundamente consagradas.

sábado, 4 de mayo de 2013

Vestido “de mí”



Missão, quinta-feira 21 de Fevereiro de 2013


                El señor Williamo me esperaba con su mujer en su casa, así que rápidamente salió a recibirme. Fuimos juntos a Moamba y allí nos atendió la doctora muy delicadamente. El señor Williamo estaba muy agradecido por este favor: está ciego, con 70 años y en la pobreza más absoluta que he visto. Sin embargo, cuenta con el don más precioso: el amor de su mujer. Se le ve querido. Su mujer le cuenta todo lo que ve: “hay unas cabras en el camino” “fíjate, unas ovejas que ni se mueven” “cuidado, ven por aquí que hay un escalón” “el padre se paró porque hay una vacas en el camino”… Es hermoso, ella son sus ojos, y él la trata con la misma delicadeza que se trata a tus propios ojos. Nunca hay una palabra por encima de otra, nunca un desprecio, nunca un quejido…

                Además, iba vestido “de mí”, porque llevaba toda la ropa que le di en la semana pasada: zapatos, calcetines, pantalón de chándal, camisa… Estaba limpio y elegante. Sólo le faltó bañarse, pero a esa edad creo que muy difícilmente lo harán.


                Inkomu! El señor Williamo tiene un algo especial, cautivador, es una persona curtida y educada en las buenas costumbres, un hombre sabio, un hombre paciente y agradecido. Está en tus Manos y en los de su esposa, está en tus Ojos y en los de su esposa, está en tu Corazón y en el de su esposa.