jueves, 23 de enero de 2014

Unas manos dispuestas a servir, a bendecir, a abrazar, a ayudar, a acariciar, a saludar, a trabajar…




Missão, sábado 21 de Dezembro de 2013

                Una ordenación sacerdotal es emocionalmente indescriptible, para un cura, claro. Me sentí embargado por los sentimientos de abandono, de entrega, de búsqueda del primer amor… unido profundamente a Bernardino Matavel, a Catema y al diácono Rodriguês.
                En esta ordenación el momento más emocionante para mí, fue cuando mostraron las manos ungidas con el Crisma a toda la Asamblea. Disfrutamos todos y todas al ver cómo mostraban unas manos dispuestas a servir, a bendecir, a abrazar, a ayudar, a acariciar, a saludar, a trabajar… en nombre del Buen Dios.
                Una parte de la familia del  Pe. Catema es de Swazilândia, y vinieron vestidos a la forma tradicional con capulanas y pieles. Un hermoso brillo de africanidad dentro del Rito romano.

                Ni khensile! El jefe del grupo Swazi durante la comida nos brindó danzas del Reino, y para acabar, quitándose la capulana que le cubría su pecho, nos mostró su inmensa barriga como testimonio de que se lo habían pasado muy bien, porque había comido y bebido a gusto. La carcajada fue unánime.

lunes, 20 de enero de 2014

Voluntad de poder evangelizar esta cultura.



Missão, sábado 14 de Dezembro de 2013
S. João da Cruz


                Quedarse de piedra, petrificado, es una expresión usual, pero que se queda corta con lo que sentí cuando un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír que Sansom dejó embarazada a una jovencita de 15 años.

El otro día Paco me contó que Sansom le echó un “rezao” sobre el amor a una madre. Le dijo que le estaba construyendo una casa a su madre, porque un hijo debe cuidar a su madre, y blablablá… Al final resultó que estaba construyendo una casa a su segunda mujer en casa de su madre.

Dejó embarazada a una jovencita de 15 años y los padres de la niña se la trajeron a casa de su madre. Ahora vivirá en el “lar”, que es lo que se hace cuando un hombre deja a una de sus mujeres en casa de su madre. Es decir, obliga a esta niña a vivir con su suegra, con lo cual tendrá que ir a coger agua, leña y todo lo demás para su suegra, porque su marido Sansom tiene a su mujer que le hace esos trabajos. Ella se quedará como empleada de su suegra. Muy triste.
 Total que por eso le está construyendo una casa. Y no mintió, porque esa casa será propiedad de la madre de Sansom, aunque ahí viva su segunda mujer.


Ni khensile! Aunque es de esos días en que no sé por qué dar gracias. Es muy difícil para mí entender estos elementos culturales, y sólo soy capaz de convivir con ellos, pero con la firme voluntad de poder evangelizar esta cultura.

domingo, 12 de enero de 2014

Sr. Gueveia




Missão, sexta-feira 13 de Dezembro de 2013

Sta. Lúzia

                Visitamos a los más pobres de la Vila y les llevamos una pequeña compra: aceite, sonrisas, harina, alegría, azúcar, cercanía, maní y amistad. Ellos nos daban fe y un corazón agradecido. Fue una visita casi inolvidable.
                Un amigo me envió dinero para el Sr. Gueveia, así que decidí hacer algunas fotos a su casa y a él, para que la solidaridad tomase rostro concreto. En principio había pensado comprar unas cabritas, pero como mandó mucho dinero también hemos decidido hacerles una nueva casa.
Los seminaristas Gildo y Isac acabaron diciendo que la pobreza no quita la alegría y la felicidad. Estaban impactados por la alegría de esta gente.
Por la noche publiqué las fotos que saqué, y menos mal que no seguí sacando fotos al Sr. Salomone Mathusse o a Dª Sara, porque podría herir tanto dolor. Para muestra un botón. El que tenga ojos para ver que vea… con los ojos de Dios.
 

Ni khensile! Mi amigo tuvo oídos para oír el clamor y el sufrimiento de este pueblo, y supo poner justicia a tanto dolor. Estoy seguro de que hoy muchas personas han sentido lo mismo que Tú sientes cada día cuando al despertar el mundo ves que todo sigue igual. Santa Lucía, danos ojos y luz para ver.

martes, 7 de enero de 2014

Tuvimos, tuvimos...


Missão, terça-feira 10 de Dezembro de 2013

                A las 5 me levantó de la cama Sansom llamando a la puerta. Mi gata había caído en una ingeniosa trampa del Sr. Ngovene y había que liberarla. Estaba atrapada en la puerta de entrada a los cercaos’, en un artilugio pensado para ratas de campo o conejos. Estaba muy nerviosa.

                Tuvimos la entrega de leche, cereales y productos de alimentación a las madres del proyecto de Mujer y VIH. Así que estuvieron por la Misión Pepita y Aurora para supervisar el trabajo de las APES. Fui también a ver si de hecho acabaron las obras de esta fase de la casa parroquial, y tan sólo faltan algunos detalles. Me traje a los seminaristas que estuvieron visitando familias de la Vila.

                Hoy fue el funeral de Estado por Madiba, Nelson Mandela. Me alegré de no ir, aunque en realidad no fui porque no me han entregado el DIRE. Me pareció todo un espectáculo donde nadie podía faltar, una procesión de dictadores, jefes de Estado corruptos, etc… Le agradeceré su contribución a la humanidad desde un país vecino.

                Para acabar tuvimos, Paco y yo, la reunión con el pueblo de Korumana para tratar el asunto de la Escuelita Comunitaria. Hubo una sana participación, aunque creemos que la lluvia espantó a la gente. El sábado se volverán a reunir para ver los asuntos fundamentales.



                Ni khensile! También me levantó de la siesta vovó Joana para darme xima. Siempre tiene esos detalles tan “inoportunos”, pero que agradezco de corazón.

miércoles, 1 de enero de 2014

Es el tiempo del hambre



Missão, sábado 07 de Dezembro de 2013
Aniversários de Fátima Vega, Ambrosio Abeso, Gustavo Tejera, Matías

                No tuve misa. Paco fue a Ligongolo y me quedé en casa rompiéndome la cabeza con otra subvención que hay que justificar: la del Fondo Nueva Evangelización de la Conferencia Episcopal Española. Escribir sé que servirá de algo en el futuro, cuando dentro de unos siglos alguien quiera hacer historia de esta Misión, porque tengo la absoluta seguridad de que nadie en Madrid va a leer lo que escribo. Como máximo verán las facturas y comprobarán que los gastos se corresponden con lo que nos depositaron. Incluso dudo que respondan como que recibieron los papeles diciendo que todo está correcto. Me quedaré con el silencio por respuesta. Otra cosa me sorprendería gratamente, y me ayudaría a romper prejuicios contra instituciones que tienen la buena intención de ayudar, pero no la de acompañar. Ya se verá.
                La tarde fue algo más movida. Bajé para ver los ensayos y luego vino el camión con el cargamento de alimentos para el Proyecto de Mujer y VIH. Estaremos repartiendo durante varios meses, lo cual me alegra mucho, porque ahora es el tiempo del hambre. La comida ya se acabó y comienzan a plantar, pero no habrá millo hasta dentro de algún tiempo. Es decir, si no acabamos con el hambre, por lo menos lo combatiremos.
                Al terminar, estuve con Manuel, el hijo de Zura. Tan chiquitito, porque sólo tiene un año y medio, y lo bien que jugaba al fútbol. Le regalé la pelota porque el camión la reventó al pasar. Se fue feliz, dando pataditas.

                Ni khensile! Ayer me quedé preocupado con el seminarista Hermenegildo porque no habla ni una palabra de changana, y él es machangana. Ni lo habla ni lo lee. Hoy en los ensayos también se evidenció esa laguna. Me preocupa porque para ser cura mozambiqueño tendrá que aprender y su timidez le impide avanzar. Dale fuerzas para entrar en la lengua de sus antepasados.