lunes, 19 de octubre de 2015

Siento que cada paso en mi vida ha sido guiado por Aquel que hace palpitar mi corazón: el Dios de Jesús.



Vila, segunda-feira 19 de Outubro de 2015
8º ano de presença em Moçambique
Aniversário da morte do Presidente Samora Moisés Machel

                Acabo de re-cordar lo que significa Adsis: “estén presentes”, y creo que es lo que me gustaría destacar de estos ocho años en Mozambique. Más allá de lo que he podido hacer con mayor o menor acierto pastoral, lo importante es que he estado presente. He sentido cada día como el primero y el último. Me siento proesente en esta realidad, me siento vivo en este pueblo, y encuentro sentido a mi presencia; y en mi presencia, la presencia de mi gente canaria-solidaria.
                No vine por gusto personal, aunque siempre soñé ser misionero en África. No escogí este país ni este lugar, llevado por una ideología o por una filosofía de vida. No. Siento que cada paso en mi vida ha sido guiado por Aquel que hace palpitar mi corazón: el Dios de Jesús.
                Hoy no ha sido un día especial por la actividad realizada, sino porque he podido re-cordar, traer al corazón, todo lo vivido en estos años. Hoy cargué agua para llevar a la Misión, estuve con los niños y niñas de la escuelita de la Misión. Interrumpo aquí la reflexión para subrayar algo muy hermoso. Cuando entré a saludar a los niños algunos estaban llorando. Yo no sabía el porqué y cogí a uno para sentarlo conmigo. Entonces les pregunté si habían estado ayer en la peregrinación y el llanto aumentó. Doña Zelfa me dijo que lloraban los que no habían estado presentes en Kwerhu-Kwerhu, porque los otros les estaban contando lo bonito que fue. Me pareció tan tierno que ya organizamos una peregrinación infantil para el jueves de la semana que viene. Eso les calmó un poco, pero las lágrimas no pararon mientras estuve allí. Estaban casi inconsolables. Se me rompía el corazón, aunque eran sólo 4 ó 5 los que no pudieron venir.
                Siguiendo con mi actividad del día, regresé a casa para orientar el trabajo de poner cortinas en el complejo parroquial. Luego volví a la Misión para el almuerzo y la siesta. Al volver, me llenó de alegría ver que tres jóvenes vinieron a estudiar a una sala de la parroquia, dos de ellas no rezan en la iglesia católica. Este complejo comienza a cobrar vida y a ser un buen servicio social e pastoral.
                Y las horas fueron pasando mientras hacía pequeñas cosas pendientes aquí y allá. Una simple presencia, nada más.

                Ni bongile! Es lo que te pido cada día, que Estés Presente en la vida de mis amigos, de mi familia, de mis amores mozambiqueños, de los empobrecidos de la Tierra, de los perseguidos y refugiados, de los que huyen del horror y del hambre, de la destrucción y la muerte. Que estés presente en el corazón de cada ser humano: de los buenos para que nunca se cansen de serlo; y de los malos para que rompan la cadena de muerte, de egoísmo y odio que mata la humanidad. Que Estés Presente no de forma pasiva, sino activa, creativa, dinámica, amante, misericordiosa, libre, sanadora, entusiasmante, alegre, revolucionaria!!!