jueves, 11 de febrero de 2016

Primero DIOS...



Vila de Sábiè, terça-feira 27 de Outubro de 2015
               
                Estoy liado, liado, liado. Gracias a Dios lo llevo todo con alegría y sin perder mucho la paciencia. No es fácil organizarse porque surgen muchos imprevistos, pero consigo hacer lo programado en el día. Hoy fue un día donde no paré desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche.
                Primero Dios! Celebré la eucaristía con las Hermanas. Luego, tuve que traer de la Misión para traer a Mozipho, Maphile e Dª Alzira, la familia que está en tratamiento de tuberculosis en la Misión, y mientras las atendían fue a llevar leña, comprar credelec, traer a los electricistas a la capilla, comprar comida para esta familia… Cuando regresé ya las habían atendido y nos fuimos a la Misión. Saludé a los niños y niñas y salí pitando para Matukwanyana, pero como estaba lloviendo sólo llegamos a Baptine. Visitamos algunos de los carenciados y regresamos con el coche hecho una pena.
                Llegué a casa a eso de las 14.30 para comer “la pascua” (a toda velocidad) porque tenía que avanzar algunas cosas en el ordenador antes de que llegase el Dr. Daniel. La reunión fue fantástica, acabó levantándome una incineradora para el hospital, cosa que haré con mucho gusto. Pero lo fundamental es que es un hombre joven, con ideas, con inmensas ganas de trabajar por el pueblo, de conocer las comunidades, de trabajar en equipo… Qué se yo! Muchas cualidades juntas, que parecen casi un sueño para este pueblo que ha estado casi abandonado durante siglos.

                Ni bongile! Un médico, me parece un sueño, mejor una bendición, un regalo tuyo para esta población tan sufrida. No sé cuánto tiempo estará aquí, pero por la intensidad con la que trabaja dejará huella. Está trabajando con cariño y con absoluta dedicación, sin estimar horarios de salida ni otros obstáculos. Tiene idea de hacer proyectos lo más sustentables posibles.

Themba está FELIZ en su nuevo hogar...



Vila, sexta-feira 23 de Outubro de 2015

                Las despedidas por vacaciones son alegres. Me alegro de que Paco coja unas merecidas vacaciones. Este año se ha entregado al 100%, sin escatimar su salud y con mucha alegría y bondad en su entrega. Está muy cansado y debe cargar un poco las pilas para nuestra recta final en Sábiè. Además su madre, Luisa, tiene el derecho a disfrutar de él unos días con su compañía. Sólo tiene dos hijos, Paco en Mozambique y Gonzalo en Navarra por motivos de trabajo. Es justo que pueda acariñarlos un poco y dejarse querer por ellos otro poco.
                Sin embargo, antes de dejarlo en el aeropuerto fuimos a visitar a las Hermanitas y de allí a ver al Themba.  Lo vimos feliz e hiperactivo como siempre. Nos alegró ver que es querido por sus hermanos y por su mamá. Está un poco más delgado, pero pletórico de salud. Nos volvieron a presentar la queja sobre los medicamentos que las Hermanas se comprometieron a darle y que se están acabando. Themba ni siquiera mencionó a las monjas, está feliz en su nuevo hogar.
                Del aeropuerto salí para hacer las compras en previsión de que pronto llegan los seminaristas: toallas, sábanas, almohadas, comida, tazas, platos… Y también compré material para la continuación del muro del Complejo parroquial. También pasé por el Tribunal y por el Banco para intentar pagarle a Sansom la multa para que salga de prisión.
                Cuando llego a casa no tengo ganas de hacer nada de nada. Estoy como si me hubiesen dado una paliza e intentase levantarme del suelo. Lo bueno es que mañana no tendré secuelas.

                Ni bongile! Cuida de Paco y de Luisa estos días de vacaciones y de encuentro con tantas personas queridas. Aquí nosotros haremos todo lo posible por responder al 100% y con alegría a los compromisos adquiridos. A Themba en su nuevo hogar dale salud y tranquilidad para seguir creciendo.

Un día para sentirse párroco



Vila de Sábiè, domingo 18 de Outubro de 2015
DOMUND
Kwerhu-Kwerhu

                Imposible describir lo bonito que es levantarse un domingo para celebrar la misa con toda la parroquia. Es una sensación que sólo tenemos en ocasiones muy especiales, porque aquí siempre celebramos con comunidades.
                Desde las 5.00am la gente iba de un lado para otro: algunos fueron a bañarse al río, otros desayunaban, otros paseaban, y los niños y niñas jugaban por todas partes. Un día para sentirse párroco, padre de una gran familia. Estábamos todos radiantes de alegría por estar juntos. No llovió, no hizo excesivo calor, así que todos pasamos muy buena noche.
                La eucaristía la celebramos en Kwerhu-Kwerhu porque la capilla era pequeña para los presentes. El día estaba nublado, lo cual ayudó a soportar el calor. Fue muy emotiva y vivida, y además el cansancio de ayer no se hizo notar. Cuando llegó el tiempo de los agradecimientos, fue la explosión de júbilo porque todos nos sentíamos UNO: “Mina na wena: ku laveka mbilu ya mina na wena yi ve yin’we!”

                Ni bongile! Hace hoy ocho años que embarqué en Madrid destino Maputo, de España para Mozambique, un salto que cambiaría mi vida por completo. Ocho años después del salto, renuevo el viaje, siento que es tu divina Voluntad, siento que Tú me trajiste desde el comienzo de los tiempos, en cada alegría, en cada niña y niño, en cada anciano, en cada paso, en nuestra madre María de Kwerhu-Kwerhu, la María que canta como los pájaros del río.