Sábiè, quinta-feira 13 de Agosto de 2009
El dolor y la alegría no cesan de brotar por todas partes, el sufrimiento y la ternura se entrelazan a cada paso. En Koboko tenía reunión de Núcleo y al llegar me informaron de que esta tarde había llegado Dona Glória dos Santos del Hospital, así que nos fuimos a rezar a su casa.
Ella estaba sentada y llena de dolores en las piernas. Se quejaba en voz baja como aguantando el dolor. Sin embargo, fue ella quien entonó el canto de entrada: “María wa ku basa”.
Al terminar la oración les pregunté sus nombres y algunas cuestiones sobre el Núcleo. Mientras Glória cogió a un bebé entre sus brazos, que no por casualidad sino provindencialmente, se llama Life y lo besó con mucha ternura.
Khanimambo! Su madre Rosa sigue al pie de la cruz, atenta a todo lo que necesita. Sus vecinas del Núcleo también son un testimonio de cercanía y apoyo, una auténtica pequeña comunidad-familia. Y Glória cantando a María y dando besos a la Vida que nace, sigue luchando contra la enfermedad y la muerte sin perder la ternura.
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