Ressano Garcia, segunda-feira 2 de Maio de 2011
A las 5.30am ya estábamos camino de la playa. El programa de ellos era ir a eso de las 11.00am después de desayunar y preparar el almuerzo. Les hice la contrapropuesta de ir primero antes del desayuno, y luego después de preparar el almuerzo para almorzar “a la orilla la marea”.
Aceptaron. La primera visita a la playa era sólo para correr y dar un paseo por la arena, pero desde que mojé a los primeros que se acercaron al agua, ya luego fue imposible parar la ola: ¡todos al agua! No nos pudimos resistir. El día estaba fantástico, sol y un mar limpio y transparente.
El único problema de esta playa es la suciedad. Está llena de vidrios, de cristales rotos de botellas de cerveza, y otras cosas. Una penita, porque es un atractivo turístico con fama internacional. La villa está llena de nuevos ricos: muchos, muchísimos indios y mulatos, algunos blancos y muy pocos negros disfrutando del sol y la playa.
Jugamos al fútbol y nos bañamos a gusto. No hay problemas porque el agua no llega a la cintura. Nos sacamos algunas fotos, jugaron con la arena, hicimos castillos humanos en el agua, y almorzamos. Todo en un ambiente inmejorable.
Inkomu! Por estos adolescentes, por el viaje de regreso que transcurrió sin incidentes (salvo que nos paró un policía que no sabía leer y que nos hizo reír cuando le entregamos el documento de la parroquia), por el cansancio fruto de la alegría juvenil. ¡Viva África y los jóvenes africanos llenos de vida! Protégelos en este Ressano tan difícil para quien anda buscando tus pasos.
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