Sábiè, sábado 24 de Dezembro de 2011
Natal do Senhor
Quizá no haya una Navidad más bonita y auténtica que la que vivimos en África. En Inkomanine todo era alegría, cantos y bailes casi explosivos, donde te ayudan a sentir que realmente el nacimiento de Dios-con-nosotros es un auténtico motivo de júbilo. Como oscureció y no teníamos ni vela, las Hermanas sacaron una linterna para poder leer y celebrar la misa.
El Niño Jesús fue un bebé que era una auténtica pelotita, “amanzanaito” – como diría mi madre – y negro azabache. En resumen, pa´comérselo a besos, que fue lo que hicimos mientras él nos observaba con extrañeza.
En la Villa los niños y niñas de catequesis hicieron un representación preciosa. Los personajes eran: pastores, matrimonios, soldados, Herodes, Isabel, Arcángel Gabriel y coro celestial, Maria, José y niño Jesús, ovejitas, Reyes Magos, etc... Los disfraces eran 100% made in Sábiè, con lo cual resultaban más simpáticos. Indescriptible. Todo con la gracia y el humor mozambiqueño, como por ejemplo uno de los matrimonios que negó un cuarto a José y María era porque no tenían espacio debido a las gallinas, los ratones, etc... Además, seguían la tradición y la mujer se arrodillaba para hablar con su marido. Todos podíamos respirar la alegría de ver aquel teatro tan bien preparado. Fue muy gracioso que justo en el momento en que María daba a luz, el bebé comenzó a llorar como cuando le dan la tortita, y toda la Iglesia empezó a reír al ver tanto realismo.
Para dar el último toque de alegría, el Niño Jesús se quedó dormido, y como es gemelo su hermano vino a sustituirlo al besa-piés. Aunque rápidamente se despertó y tuvimos un besapiés de gemelos Jesús.
Al llegar a casa nuestra cena fueron unos turrones, polvorones y almendras rellenas.
Inkomu! No sé si será muy litúrgico besar a dos Jesús, pero lo cierto es que me gustaría poder besar los pies de todos los niños y niñas, de todos los pobres, de todos los que andan descalzos, de todos los que “hacen andar el Evangelio” (kufambisa Evangeli)... Gracias por otra Navidad especial, como la de cada día que encuentro niños pastores y madres jóvenes cargando agua y a sus hijos.
1 comentario:
Simplemente fantástico.
Publicar un comentario