sábado, 4 de mayo de 2013
Vestido “de mí”
Missão,
quinta-feira 21 de Fevereiro de 2013
El señor Williamo me esperaba con su mujer en
su casa, así que rápidamente salió a recibirme. Fuimos juntos a Moamba y allí
nos atendió la doctora muy delicadamente. El señor Williamo estaba muy
agradecido por este favor: está ciego, con 70 años y en la pobreza más absoluta
que he visto. Sin embargo, cuenta con el don más precioso: el amor de su mujer.
Se le ve querido. Su mujer le cuenta todo lo que ve: “hay unas cabras en el
camino” “fíjate, unas ovejas que ni se mueven” “cuidado, ven por aquí que hay
un escalón” “el padre se paró porque hay una vacas en el camino”… Es hermoso,
ella son sus ojos, y él la trata con la misma delicadeza que se trata a tus
propios ojos. Nunca hay una palabra por encima de otra, nunca un desprecio,
nunca un quejido…
Además,
iba vestido “de mí”, porque llevaba toda la ropa que le di en la semana pasada:
zapatos, calcetines, pantalón de chándal, camisa… Estaba limpio y elegante.
Sólo le faltó bañarse, pero a esa edad creo que muy difícilmente lo harán.
Inkomu!
El señor Williamo tiene un algo especial, cautivador, es una persona curtida y
educada en las buenas costumbres, un hombre sabio, un hombre paciente y
agradecido. Está en tus Manos y en los de su esposa, está en tus Ojos y en los
de su esposa, está en tu Corazón y en el de su esposa.
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