jueves, 8 de mayo de 2014
Ver y ver y no cansarme de ver
Betânia-Malhangalene-IAD,
terça-feira 25 de Março de 2014
Anunciação-Nossa
Senhora da Incarnação (Haría)
Ver y ver y no cansarme de ver. Caminar por
Maputo, entrar 5 veces en un chapa, te hace abrir los ojos a la realidad
urbana. Caminando encontré un pequeño basurero muy cerca de la embajada rusa.
Allí, debajo de unos plásticos y rodeados de basura por todos lados, viven un
grupo de personas sin hogar. Unos doscientos metros más adelante está la sede
del Banco Mundial. Sobran las comparaciones. Aquellos expuestos como un
escaparate de basura y los otros envueltos y ocultos en su pulcritud y
seguridad con sus manos manchadas de sangre.
Mi
primera actividad de este día fue visitar a Alcino Massango en el barrio de
Mahotas. Llegar fue casi una odisea. Lo encontré muy bien y estaba muy
agradecido por mi visita. Se ve que es un buen hombre, y que echa de menos a
sus hijos y su vida rural. Sor Estrella me preparó comida para llevarla, así
que quedé como un rey llevándole un poco de todo (zumos, madalenas, galletas,
pasta de dientes, etc…). Me invitó a desayunar, pero como estoy en ayunas, sólo
acepté un té. Con este calor sofocante, apetecen todo tipo de líquidos.
Charlamos
y finalmente nos despedimos. Regresé a la ciudad y me puse manos a la obra con
el resto de las tareas: correos, compra de libros, etc… Hasta que al final de
la tarde me encontré con Remígio de la Internacional de Resistentes a la
Guerra. Realmente me sorprendió. Es un jovencito, de unos 26 años, arquitecto e
hijo de madre holandesa y padre mozambiqueño (Chaúque), y con una amplia
cultura general. Cenamos juntos un en la Avenida 24 de Julio, en un café
bastante pijo llamado Milano. Eso sí, se retrasó unos 45 minutos sobre lo
previsto. Hablamos de todo un poco. Él pertenece realmente al movimiento
humanista, a su sección de “Un Mundo Sin Guerras”, y por este motivo fue
invitado por la IRG a participar en el 2012 de su encuentro internacional. Sin
embargo, no tiene ni sede, ni reuniones programadas, ni actividades dentro de
un programa de acción… Es decir, casi nada. Dice que son todos jóvenes que
acaban de comenzar a trabajar, pero con muchas inquietudes.
La
reunión fue buena, porque él es agradable e inteligente, y buen conversador,
sin embargo, me quedé un poco en 33 porque esperaba algo más organizado que lo
que vi. Quedamos en que estaríamos en contacto, y los invité a venir a Sábiè.
Ni
khensile! Otras muchas cosas pude hacer ese día de tanto chapa, tantas idas y
venidas, y de tanto andar, porque regresé a pie hasta el hogar de las
Hermanitas, mi Betania. Sin embargo, siento que ya hice todo lo que pude. Tan
sólo me falló lo de poder ir a la cárcel a visitar a Paito, porque hoy no iban
los mercedarios.
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