viernes, 13 de febrero de 2015
Muestran una vez más la pobreza tan atroz en la que vive este pueblo.
Missão,
sábado 20 de Dezembro de 2014
Las casas que visitamos en Baptine muestran
una vez más la pobreza tan atroz en la que vive este pueblo. La mayoría de las
casas no tenían ni una estera o una silla donde sentarnos. La pobreza es tan
absoluta que sólo nos queda ponerlos en manos del Buen Dios para que Él haga Justicia.
Celebramos
primero la eucaristía y luego fuimos a entregar el kisimusi. Conocí a un
viejito y una viejita que no conocía de antes. Vi enfermedades de la piel, pero
no saqué fotos porque estaban cubiertas de ceniza, el medicamento de los
pobres, y D. Pedro no podría evaluar la imagen.
Durante
la tarde estuvimos con los ensayos de liturgia y acólitos de la Misión. Me di
un pequeño paseo para hacer unas últimas fotos a la residencia de los
profesores, pues hoy es el mercadillo solidario en Tamaraceite, y quería que
sintiesen que estoy/estamos con ellos en este día tan especial. Además, el
calor aprieta y apetece salir cuando refresca un poco al atardecer.
Ni
bongile! Estuvimos haciendo una previsión de viaje a Maputo y sólo tenemos
libre el día 26, así que iremos a ver a Pepita ese día. Estamos muy liados,
Paco hoy fue a Goane II. No paramos, gracias a que somos dos y a que los
seminaristas nos echan una mano en todo, aunque se gastan toda el agua. Señor,
es difícil vivir esta eucaristía del kisimusi, este partir el pan con los
últimos porque nos interpelan, nos ensucian, nos dejan su mal olor, nos colocan
delante de Ti cara a cara, nos agradecen de corazón y con toda el alma… ¿y
nosotros qué? ¿Te estamos adorando cuando nos arrodillamos frente a ellos?
¿Somos capaces de ver tu rostro en sus rostros deshechos por el hambre y la
pobreza? Ellas y ellos sin saberlo son la Buena Noticia para el mundo, el Dios
verdadero en su máximo anonadamiento.
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