Aniversário da Páscoa do meu Pai Rafael Ramírez Vega
Mt 6, 7-15
El Padrenuestro es la oración familiar por excelencia, la que “nos hace hijos y hermanos”. En este día en que mi Amado padre nos dejó para ir a su casa eterna, nosotros también hicimos un viaje de 500 km de vuelta desde Inhambane. Todos los viajes tienen dos puntas: una triste y otra festiva. Todo viaje tiene también un duro tránsito. En Inhambane dejamos a la familia de Albino, triste por la despedida, pero al llegar a Sábiè nos esperaba la fiesta del encuentro con el grupo de seminaristas que ha pasado estos días con Jesús.
Enséñame a rezar, a ver las dos caras del mismo viaje, sintiendo en la salida, en la llegada y en recorrido Tu presencia. Me he sentido muy unido a mi familia en este día de viaje, y he sentido a mi nueva familia con quienes he aprendido también el “Bava wa hina”. Porque esta oración se aprende en el calor del hogar, en familia, sino no se comprenderá jamás.
Inkomu! Por cada uno de esos 500km de “purgatorio” al frente del volante, por mi familia de siempre y por mi nueva familia: Albino, Dito, sor Encarnación, sor Fátima, los seminaristas de Beira, la comunidad de San Vicente de Paul de Sábiè,… y todos mis nuevos y viejos hermanos, y padres, y madres que Tú me has dado para que aprenda a rezar.
NOTA: Hoy comienzo una nueva etapa en mi diario personal, donde intentaré hacer que todo sea oración. Lo haré a partir del evangelio de cada día, al estilo de los movimientos apostólicos con su método de Estudio de Evangelio, es decir, partiendo de la Palabra de Dios para ir al encuentro de la vida. Durante más de dos años he ido de la vida a la oración, ahora daré un nuevo paso, para dar nueva luz a mis ojos y poder así evangelizar mi mirada.
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