jueves, 8 de agosto de 2013
Disfrutar de mi casa, del silencio, del trabajo sentado...
Missão,
terça-feira 21 de Maio de 2013
Disfrutar de mi casa, del silencio, del
trabajo sentado sin tener que coger el coche... es una auténtica delicia. Cada
vez que pasaba por la capilla entraba para dar gracias por este día. Sólo tuve
que salir para rezar en la casa del sr. Albino Simbine y seguidamente en el
entierro de su madre, Marta.
El
sr. Simbine no está bautizado porque tiene dos mujeres, y su madre tampoco lo
estaba. Hicimos su entierro cristianamente porque es nuestro deber dar digna
sepultura a los que nos dejan después de una vida de sufrimiento y entrega.
Durante
el entierro observé al sr. Simbine que lloraba desconsolado. Una madre, el
mayor regalo de una vida, la que nos dio y mantuvo en la vida, la que se
desveló y rió, la que amamantó y corrió en nuestros primeros pasos… Una madre
que se va deja un vacío muy grande.
Pilar
disfrutó en el entierro de los signos, de la participación de todos: cantando,
echando agua, enterrando, metiendo el cajón, poniendo flores, regando,
decorando la tumba, dando los avisos, agradeciendo, rezando… Y es que en un
entierro africano, todos los presentes participan activamente.
Inkomu!
Un día que nunca podré agradecer del todo, porque me siento descansado y a la
vez no he parado de trabajar en casa organizando la visita pastoral. Ya sabes,
que las madres nos protejan desde el Cielo de tu Amor.
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