jueves, 28 de marzo de 2019

Debajo de la piel de desarrollo que tiene Songo, se esconde una durísima realidad.



Songo, terça-feira aos 5 de março de 2019

            Durante la mañana tuve reunión de trabajadores del Internado, y siempre me voy con la triste sensación de que lo que menos les importa son los jóvenes, pues todas sus preocupaciones son sobre su uniforme, herramientas, sueldo, etc… y aunque sea justo y bueno lo que piden, no mencionan para nada asuntos que tengan que ver con los estudiantes.
            Luego me metí en la locura de Alberto que estaba cargando el camión para mandarlo a Lifidzi. Realmente es desquiciante, pero como los mozambiqueños no se hacen problema con el caos, intenté pasármelo bien y ayudar un poco en la organización sin perder los nervios.
Cuando estaba en misa vi un grupo de mujeres que me llamó la atención porque no eran tan jóvenes como el resto…  Había olvidado que tenía reunión de Cáritas Parroquial, y esas 8 mujeres son las que se han decidido a dedicar su tiempo y cariño a los más pobres. El día había transcurrido sin sobresaltos, pero el shock me llegó en la reunión.


Habíamos quedado en que harían una especie de lista de las familias más pobres de su barrio, y que preguntarían a los jefes comunitarios por las situaciones más urgentes. Mi sorpresa fue que todas estuvieron visitando, una a una, a todas las familias. El relato de cada una me puso los pelos de punta, porque debajo de la piel de desarrollo que tiene Songo, se esconde una durísima realidad:
-Barrio de Muthumbuliro (visitó a 11 familias y encontró entre otras situaciones las siguientes): un viejito que vive con sus nietos, y ninguno va a la escuela; una viuda con dos hijos que tampoco van a la escuela; una viejita que entregó en matrimonio a su nieta de 13 años para poder sustentarla a ella y a su otra hermanita de 3 años; un ciego viudo con dos hijos de 10 y 16 años que no van a la escuela…
-Barrio Tseretsekana: una mujer paralítica con dos hijos que no van a la escuela porque deben hacerlo todo en casa…
-Barrio Kantchenga: enfermos crónicos y ancianos abandonados…
-Barrio Planalto: ancianos ciegos que viven solos.
-Barrio Cateta: una mujer paralítica desde hace 40 años; ciegos y viudas que no tienen nada.
-Barrio Catondo: un viejito que está pasando hambre; un matrimonio anciano que vive con sus 6 nietos huérfanos de madre, y con su padre enfermo mental.
-Barrio Unidade: varias familias con huérfanos de padre, niños que no van a la escuela; una anciana que no puede andar y cuida a 3 nietos…

Tatenda! Este es un pequeño resumen de lo que encontraron, aunque lo más maravilloso fue que una de las voluntarias ya apuntó en la escuela a 11 niños que este año no se habían matriculado. Y hemos decidido visitarlos a todos el domingo por la tarde, para conocerlos y llevarles cuadernos, lápices y bolígrafos. Que Dios bendiga a estas santas mujeres.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que dura la situación Dios mio que pena, e impotencia 😭😭😭😭

Alicia Botana Mosquera dijo...

Bendice,Señor Jesús, los pies de estas mujeres-apóstoles. Gracias por las mujeres africanas que son TODAS para los demás.
Bendice a los misioneros para que sigan siendo Cirineos voluntarios de los que llevan pesadas cruces, en largas e interminables Semanas santas. Amén