Koboko, domingo 3 de Outubro de 2010
Lc 17, 5-10
Poco a poco va estallando la vida. Después de un corto tiempo de preparación tuvimos nuestro primer encuentro de adolescentes de la parroquia. Vinieron unos 40 jóvenes de la Vila, Korumana y Missão. Lo pasamos bien: juegos, bailes, cantos, pero sobretodo mucha alegría.
Al salir de la misa de la Vila, se apuntaron un grupito de adolescentes para acompañarme a Incomanine. Con ellos lo paso fantástico, se ríen, cantan, vacilan, se pelean por un refresco o por unas galletas… lo cual me hace sentir que están felices y rebosantes de vida, y me lo transmiten con sus bromas.
Tanto al ir como al regresar, en el coche de las Hermanas y en el mío, los jóvenes cantaban. Se ha ido creando un muy buen ambiente, especialmente por la cercanía y el cariño de Pepita y Cariely que les aguantan lo indecible.
Inkomu! Con los jóvenes gritamos “Auméntanos la fe”, pero también la alegría, la fiesta, el regocijo, las carcajadas, las sonrisas… Cansado, puedo decir “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”
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