Radio Tamaraceite Onda Parroquial
Lunes, 17 de Octubre de 2011
Lixile vamakwerhu va Rádio Tamaraceite Onda Parroquial! Durante estos dias en que les voy a acompañar desde Mozambique, desde la Misión de San Antonio de Sábiè, cada día les saludaré en la lengua local, “changana”, luego les leeré un relato de mi diario personal para transmitirles el día a día de la Misión, y finalmente les agradeceré con un canto, la escucha y la atención prestadas.
Hoy comienza la Semana Del DOMUND: El Domingo Mundial de las Misiones, por eso todo el mes de octubre rezamos y colaboramos con la Misión de la Iglesia extendida por toda la tierra.
En el evangelio de hoy escuchamos lo siguiente: “Pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes” Por eso hoy les contaré lo que me pasó el 4 de Octubre pasado (día de San Francisco de Assís y día de la Paz en Mozambique): Llegamos a casa de la familia Makamo a eso de las 3 de la tarde. Estábamos cansados por el peso del día. Estuvimos en una demostración culinaria con más de 35 madres y unos 50 niños en Mavunguana. Sólo habíamos comido medio bocadillo de tortilla preparado por Pepita y Aurora. Además de las Hijas de María Madre de la Iglesia y yo, estaba el prof. Albino y 3 adolescentes que nos acompañaron.
La familia Makamo nos recibió con mucha alegría: ya tenían unas sillas preparadas para nosotros, y ellas estaban sentadas en esteras a la sombrita. Sus casas son pallotas muy bonitas, como las de todos sus vecinos. Después de hablar largo y tendido sobre el problema que nos trajo, ellas sacaron un caldero de manices tostados para comer. Lo vaciaron en 3 platos y comenzamos a comer. Era mucha cantidad, unos 2 kg, por lo que sólo comimos un poco. Sin embargo, la tradición dice que nada puede quedar en la mesa de aquello que fue ofrecido. Sería un desprecio dejar algo, así que trajeron unas bolsas y lo repartieron entre todos.
Khanimambo! Señor, los pobres dan sin medida. Yo, después de 4 años en Mozambique, todavía mido lo que voy a dar, a compartir, a poner sobre la mesa, porque sé que se lo llevarán todo. Sin embargo, los más pobres lo dan todo. Yo, que soy rico, estoy siempre acumulando, y ellos que son pobres están siempre dando. Ábreme el corazón y las manos para que no guarde en graneros, sino que reparta con alegría y a manos llenas todo aquello que de Ti recibo.
Khanimambo Hosi yanga, Khanimambo Tatana, Khanimambo murisi wanga, Khanimambo Xikwembu xanga
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