Ressano Garcia, quarta-feira 8 de Junho de 2011
Esperábamos que hoy nos visitasen las Hermanas de Sábiè, pero finalmente no pudo ser. La “resaca” del aprobado de Aurora le produjo dolor de cabeza y constipación. Como ya habíamos invitado a las Hermanas del Amor de Dios, mantuvimos la oferta y almorzamos con las Hermanas Agustina y María da Costa.
Con la Hna. Agustina siempre lo paso muy bien, porque es pura transparencia y bondad natural. Se deja querer y tiene detalles de abuela chocha que me enternecen, aunque todo tiene su vuelta de hoja. Por ejemplo, abrí delante de ella un queque empaquetado y le dije que lo hice yo. Ella no era capaz de desmentirme, y me miraba con ojitos y sonrisa que decían “mientes, es comprado”, pero no se atrevía a decírmelo, lo cual me provocaba mucha risa.
La misa fue la primera en la que el Diácono Fumo leyó el Evangelio e hizo la homilía para las Legionarias. Me recordó aquellos meses de Junio a Septiembre de 2004 en que Pablo hacía lo mismo en Haría mientras yo simplemente lo acompañaba.
Inkomu! Ya estamos Paco, Fumo y yo, además con la buena noticia de que Paco se quedará hasta el día 21 porque el pe. António de Chicualacuala estará fuera hasta entonces. Disfruto de los ratos en que estamos juntos y charlamos, porque realmente lo siento como un hombre normalito, buen cura, orante y muy trabajador y preocupado por todos. Que sigamos creando este buen clima de diálogo entre todos.
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