martes, 23 de octubre de 2012
En cada sitio encontré, sonreí, hablé… con alguien que podías ser Tú.
Missão,
quarta-feira 05 de Setembro de 2012
Ir a Maputo es siempre un reto, pero ir un día
de lluvia es un imposible. Nos plantamos allá las Hermanas y yo para pequeñas
cosas: llevé el pedido de prórroga de la licencia de construcción a Moamba;
pasé por la Nunciatura para enviar el proyecto del Complejo Parroquial al Fondo
de Evangelización, pasé por el obispado, por las Paulinas, por el Cash and
Carry, por un ciber, por las Hermanitas, etc… y en cada sitio encontré, sonreí,
hablé… con alguien que podías ser Tú.
Pero
como siempre regresamos muy tarde y muy cansados.
Inkomu!
De este día me quedan dos cosas: lo bueno que es compartir y dialogar; y
también la reacción de dolor de Sor Estrella cuando le nombramos a su padre que
está muy enfermo. La alegría y el dolor cada día se entrelazan en nuestras
vidas y aprendemos a vivir con ellos que mutuamente se tiñen el uno al otro.
Por eso la vida es gris (blanco y negro), rosa (rojo y blanco), naranja (rojo y
amarillo), verde (amarillo y azul), violeta (azul y rojo)… según del color de
nuestro dolor y de nuestra alegría.
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