Missão, sábado 21 de Dezembro de 2013
jueves, 23 de enero de 2014
Unas manos dispuestas a servir, a bendecir, a abrazar, a ayudar, a acariciar, a saludar, a trabajar…
Missão, sábado 21 de Dezembro de 2013
Una ordenación sacerdotal es emocionalmente
indescriptible, para un cura, claro. Me sentí embargado por los sentimientos de
abandono, de entrega, de búsqueda del primer amor… unido profundamente a
Bernardino Matavel, a Catema y al diácono Rodriguês.
En
esta ordenación el momento más emocionante para mí, fue cuando mostraron las
manos ungidas con el Crisma a toda la Asamblea. Disfrutamos todos y todas al
ver cómo mostraban unas manos dispuestas a servir, a bendecir, a abrazar, a
ayudar, a acariciar, a saludar, a trabajar… en nombre del Buen Dios.
Una
parte de la familia del Pe. Catema es de
Swazilândia, y vinieron vestidos a la forma tradicional con capulanas y pieles.
Un hermoso brillo de africanidad dentro del Rito romano.
Ni
khensile! El jefe del grupo Swazi durante la comida nos brindó danzas del
Reino, y para acabar, quitándose la capulana que le cubría su pecho, nos mostró
su inmensa barriga como testimonio de que se lo habían pasado muy bien, porque
había comido y bebido a gusto. La carcajada fue unánime.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario