viernes, 28 de noviembre de 2014
La vida siempre se abre paso por estos caminos
Missão,
sábado 25 de Outubro de 2014
A las 05.30h ya estaba camino de
Matukwanyana. Pidieron que la misa fuese a las 7.00h porque tienen programa de
ir a una ceremonia. Nos acompañaron unos jovencitos de Ligongolo, a Albino y a
mí. Celebramos la eucaristía y regresamos parando en casa de la vovó Rosalina
Cossa.
Ella
tan simpática como siempre nos contó que anoche le entró otra cobra en casa.
Que le entran porque van detrás de los ratones. Y es que anteayer unos ratones
le mordieron primero la oreja, luego un dedo y finalmente se le subieron en la
espalda. Nos enseñó la herida del dedo. Además, nos dijo que los ratones se
comieron hasta tu jaboncillo. Lo gracioso es que lo dice todo con una alegría
que no puedes parar de reírte. No se queja, sólo lo cuenta como algo inevitable
y gracioso. Imagino que eso le ayudará a sobrevivir sin perder la alegría y
la ternura. Con ella habíamos quedado
para entregarle agua y para explicarle que el próximo martes la comunidad tiene
intención de construirle una nueva casa. Estaba feliz.
Al terminar la catequesis, Júlio se acercó a
mí para decirme que tenía una buena noticia: Quitéria dio a luz y él ya era
padre. No sabía si era niño o niña, pero en un santiamén nos plantamos en la
maternidad de Korumana. Nació una niña pequeñita y bonita. Quitéria estaba
fantástica y radiante de alegría. Bromeamos con sus compañeras, unas 4 jóvenes que
esperan para dar a luz, y nos fuimos a ver el partido del Real Madrid-Barcelona
en el mismo campamento (3-1).
Ni
bongile! La vida siempre se abre paso por estos caminos. La alegría está en
cualquier esquina esperando ser encontrada. La esperanza nos sorprende en cada
nueva luz que llega a este mundo, en cada bebé-de-luz nos toca la esperanza.
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