lunes, 11 de febrero de 2019
«La Iglesia Universal no es una religión, sino un lugar para la fe».
Songo,
terça-feira aos 22 de janeiro de 2019
Aniversário de Fefli-Valsequillo
Qué diferentes somos y qué
caminos tan diferentes hemos seguido las iglesias cristianas! Nos invitaron a
la inauguración de un templo de la Iglesia Universal del Reino de Dios, y allí
estuve rezando y aprendiendo cómo otras iglesias entienden la fe.
Lo que primero me llamó la
atención fue algo que repitieron varias veces: «La Iglesia Universal no es una
religión, sino un lugar para la fe». De tal forma, que dejaban caer que allí
podían rezar todas las personas, sean de la religión que sean, es decir, que no
hay conflicto con otros credos, siempre que se tenga fe. Además de ser algo
típico de las iglesias de la reforma, vi que es una manera eficaz de atraer
feligreses, porque les hacen creer que entrar allí y rezar con ellos, no entra
en contradicción con la religión a la que pertenecen… Y sinceramente, creo que
esa idea tiene mucho éxito.
Pronto comenzaron las
curaciones. Hoy el obispo brasileño dijo que quería curar a las personas que
tenían depresión, y explicó lo que era. En el salón éramos más de 200 personas,
pues cuando el obispo pidió que se acercasen los que incluso habían pensado en
quitarse la vida porque tenían una fuerte depresión, se acercaron unos 150.
Comenzó a seleccionar algunas personas y las subía al altar, les imponía las
manos y en «3 minutos les curaba la depresión» -eran sus mismas palabras- y
luego la gente comentaba que ya no tenían depresión. Dos mujeres empezaron a
gritar y a dar golpes a los pastores que estaban curándolas, como si estuviesen
poseídas por el Mal, hasta que al final eran curadas.
También me llamó la
atención su forma de consagrar a los pastores. El primero fue consagrado porque
vendió su casa para donar el dinero con el fin de construir el templo que
estábamos inaugurando. Allí mismo, se puso de rodillas con su esposa y los
ungió con aceite que tenía en una copa. Y luego, consagró a otro también con su
esposa, y sin que él tampoco supiese que sería consagrado. El obispo preguntó a
los presentes si había algún impedimento para su ordenación, y como no lo
había, le pidió que se pusiese de rodillas para ser ungido.
Otra parte importante de
la ceremonia fue la oración para el éxito financiero y la colecta. Explicó que
Dios nos lo da todo y nunca se acaba, y que cuánto más nos da más se
multiplica, así que ahí está la raíz de nuestra oferta. Él nos lo ha dado todo
primero, y nosotros si damos «seremos como Dios». E hizo una oración pidiendo
el éxito económico, la riqueza, el progreso, etc… todo con una música de fondo
en directo que creaba ambiente y con una fantástica puesta en escena, llena de
emotividad y sentimientos.
Me impresionó que en
ningún momento se leyó la Biblia, aunque se hacían referencias constantes a
Jesús.
Tatenda! Cuando llegué a
casa, Alberto estaba contando a unos adolescentes cómo nació su vocación
sacerdotal, y contaba que cuando era pequeño fue monaguillo y veía que el cura
siempre se comía la ostia grande, hasta que un día pensó: «Yo también quiero
comer esa ostia grande», y la única forma de conseguirlo era entrar en el
Seminario...
Gracias por este día en el
que me reafirmo en mi fe y en mi religión, que no busca ni éxito económico, ni
curación de enfermedades, sino sólo Tu Voluntad, sin necesidad de intentar
manipular a quien es Todoamoroso, Todomisericordioso, Todoentregado por sus
hijos. En Tus Manos estamos, llenos de agradecimiento.
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1 comentario:
Es lo lindo, hacer la volumtad de Dios aunque siempre queremos la nuestra
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