Chodzi, miércoles 19 y
jueves 20 de marzo de 2025
San José
Cumpleaños de Estrella
Es difícil describir lo
que se siente en estas latitudes. Cruzar el río es casi un sacramento.
Atravesar el río Zambeze es una experiencia religiosa. El ruido del motor del
barco impide que los pasajeros podamos hablar, así que estamos todos
contemplando las montañas, el agua, el cielo, los rayos de sol. Hoy tuve que
esperar el barco tres horas y veinte minutos bajo un sol implacable, para luego
hacer una travesía de una hora.
Al llegar ya el sol amenazaba con esconderse tras
las montañas, pero un grupo de niños y niñas me esperaba junto al río.
Enseguida comenzaron a cantar la bienvenida. Es un momento de alegría, que vivo
con cierto dolor pensando en las horas que esas niñas y niños han estado
esperando sentados al sol, y muy probablemente sin comer.
Al llegar a la capilla de Chodzi ya era de noche,
así que rezamos el rosario y nos fuimos a dormir. El descanso no es muy reparador
para quienes no estamos acostumbrados a dormir sobre una estera, pero
igualmente se agradece por el cansancio del día.
Los primeros rayos de sol son los que marcan el
comienzo del día. Esto que parece obvio, aquí se disfruta enormemente. Aquí se
respeta el ritmo circadiano de la vida. Luego con mi baldito de agua y mi vaso,
me di un baño estupendo entre cañas y totalmente imbuido en la naturaleza.
Siempre hay confesiones antes de la eucaristía, y
como curiosidad, se confiesan todos los que van a comulgar. La misa durante la
cuaresma pierde el esplendor típico de Mozambique, pero es igualmente vivida
con fe. Desde que terminamos pasamos al encuentro con el alumnado de la escuela
que siempre me sorprende gratamente.
En el río nos tocó esperar el barco más de tres
horas, y reconozco que lo paso mal tirado entre piedras. Cuando llegó el barco
todavía tuvimos otras tres paradas, y en una de ellas cargamos una moto, así
que íbamos como sardinas en lata.
Tatenda! Felices y cansados llegamos a Songo,
donde después de la misa tuvimos reunión de catequistas y animadores de Maravia
para preparar la visita pastoral del obispo en mayo. Un día más que completo
para dar gracias a boca llena, a pleno pulmón. Días como estos son los que dan
sentido a una vida misionera, por eso te pido que me sigas dando fuerzas para
salir y salir siempre.