domingo, 3 de octubre de 2010
Todos queríamos estar contigo
Koboko, sábado 3 de Julho de 2010
Mt 9, 14-17
Íbamos en la parte trasera del coche de las Hermanas tres adultos y cinco niños. Íbamos cantando por esa inmensa comunidad de Vahla, que parece nunca acabar. Queríamos visitar a una viuda, pero al llegar a su casa no la encontramos, sin embargo estaba un familiar suyo de la Iglesia de la Asamblea de Dios y rezamos con ella.
Luego, fuimos a visitar a otra católica a unos kilómetros de allí, pero corrimos la misma suerte. Y así con una tercera que salió a cortar leña. Por último, visitamos a un señor que nos acogió con los brazos abiertos en su casa y también rezamos con él. Él pertenece a la Iglesia Mazione (Alfa y Omega) pero nos insistía en que la agradaba rezar con nosotros, escuchar la Biblia y que compartíamos un mismo Dios. Llegado un momento, comenzó a rezar haciendo ruidos y hablando en inglés como quien está recibiendo una revelación.
“Jesús les dijo: ‘¿Pueden los compañeros del esposo estar de luto, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que el esposo les será quitado: en esos días ayunarán” Y es totalmente cierto, nadie quería ayunar de “estar contigo” en ese momento de oración. Les importaba poco a los católicos que los otros fuesen de la Asamblea de Dios o de la Iglesia Mazione, todos queríamos estar Contigo. Porque los mozambiqueños saben muy bien que en una visita de alguien que viene a rezar, Dios mismo les visita.
Inkomu! Es una gran lección que nos repites siempre: “Sean uno como el Padre y yo somos uno” Me gusta sentir que puedo rezar con otros cristianos sin juzgarlos y sin que nos juzguen. Que nunca ayunemos de estos encuentros Contigo en nuestros hermanos de otras confesiones.
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