viernes, 29 de octubre de 2010

Una gran charca



Koboko, quinta-feira 19 de Agosto de 2010
São João Eudes
Mt 22, 1-14

“El banquete está listo, pero los invitados no eran dignos. Vayan a las encrucijadas de los caminos e inviten a la boda a todos los que encuentren” Fuimos a Boi para llevar a Castigo después de pasar más de una semana en Namaacha para una formación sobre pulverización anti-malárica. En Boi es donde realmente Jesús perdió el zapato y no quiso volver para recogerlo.
Allí nos ofrecimos para ayudarle a buscar agua al río. Sin embargo, no fuimos al río porque decían que quedaba muy lejos y que el coche no puede acceder porque hay una gran pendiente. Nos llevaron a una gran charca donde había agua estancada. Las vacas bebían por un lado, y los perros jugaban por otra, mientras Castigo y una joven que encontramos en casa del Régulo, cogían agua. Claro está, ni que decir tiene, que el agua estaba en pésimas condiciones. Sin embargo, llenaron unos 8 bidones de 20 litros y el tanque del Puesto de Salud.

Inkomu! Aquí están los nuevos invitados a la Boda. Aquí queremos dar a conocer a quien es el Agua Viva: Jesús muerto y resucitado, caminante y sediento, amigo y hermano. Sueño con que un día Tu Mesa se llene de tus invitados y podamos refrescarnos con el Vino Nuevo de la Pascua.

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