domingo, 27 de abril de 2014
La cantidad de jóvenes que mueren aquí
Missão,
sexta-feira 14 de Março de 2014
Los
viernes suelo ir a visitar a los enfermos, así que hoy fui a la Vila con dos
legionarias de María. En la casa de la vovó Sara vi a un niño de unos 2 añitos
que andaba con mucha dificultad. Lo cogí y vi que doblaba el pie hacia adentro
porque tuvo algún tipo de herida y se acostumbró a andar así. Ahora tiene un
bulto donde tuvo la espina clavada y ya no consigue poner el pie derecho. Lo
había llevado a los curanderos, pero no lo ha visto un médico. Me quedé frío.
Este niño se podrá quedar cojo para toda la vida, tan solo porque su familia
vive en la pobreza absoluta. No encuentro otro motivo.
En
la tarde fui a Korumana para celebrar la misa por la madre del Sr. Simbine,
Marta Muholove, que cumple un año desde su fallecimiento. El Sr. Simbine estaba
feliz porque hoy Paco le entregó las máquinas que le compramos ayer: soldadora,
máquina y discos de corte y una extensión. Su madre será el ángel que le trajo
tal bendición.
Ni
khensile! Muchas cosas para unos días que considero raros. Hablé con mi tío
Chencho y con Juana, y los encontré muy bien dentro de lo que cabe. Yo también
estoy muy bien, pero esta realidad me sigue desencajando y a veces me pregunto
si realmente algún día África podrá vivir y ser tratada como tierra de
personas.
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