Missão, domingo 23 de Fevereiro de 2014
miércoles, 9 de abril de 2014
Treinta y tres años después estoy en África celebrando la eucaristía
Missão, domingo 23 de Fevereiro de 2014
23 F
Recordar este día, creo que en 1980, es
acordarme de mi padre. Yo estaba frente al televisor y él en la cocina. Cuando
Tejero dio los disparos en el Parlamento, mi padre me apartó y me puso detrás
de él. Yo miraba curioso sin saber lo que pasaba. Sólo notaba su nerviosismo.
Treinta
y tres años después estoy en África, celebrando la eucaristía en la Misión e Inkomanine,
donde ni siquiera oyeron hablar de ese intento de Golpe de Estado. Aquí estaban
en una guerra que duró hasta 1992 y que hundió al país en la más absoluta
miseria.
Los
disparos de hoy en Sábiè fueron muy distintos a los de Tejero. La familia Mboene
que ayer enterró a Xicopinyana, hoy amaneció con un nuevo episodio: su esposa
Júlia huyó, se fue a las 4.00 am para casa de su madre en Matola abandonando a
sus 4 hijos. Parece que la han acusado de envenenar a su marido. ¡Muy fuerte!,
pero como bien sabemos, en África nadie muere por enfermedad, sino porque
alguien provoca ese muerte. Siempre hay un culpable. Nos asombra que la familia
Mboene también contribuya a esta macabra tradición, pero…
Ni
khensile! Estos disparos de la familia Mboene me llevan a pensar que tengo que
seguir humanizando mi mirada, debo seguir profundizando en esta cultura para un
día poder decir una palabra desde Tu Palabra que pueda dar luz a esta cultura
tan cerrada en tradiciones que destruyen familias buenas y cristianas.
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