miércoles, 17 de marzo de 2010

Maletas llenas de "ESPERANZA"...



Koboko, terça-feira 16 de Março de 2010

Maletas cargadas de sueños inundaron mi coche. Casi no podía conducir porque las maletas llenas de esperanza ocupaban todo el espacio. La Madre Matilde en su maleta azul me acompañaba, mientras que Cariely, Pepita, Matilde y Margarita iban con Jesús. Me sentí privilegiado, porque todo el tiempo me sentí en oración de acción de gracias.
Después de medio año de espera llegó el gran día: llegaron la Hijas de María Madre de la Iglesia con sus maletas a rebosar de alegría, de corazones dispuestos a amar, de papeles por escribir, de oraciones por rezar.
Llegaron y me pareció que Mozambique se llenaba, y que todo Sábiè se emocionaba y que Dios se reía.
El desayuno con las Hermanitas de los Ancianos Desamparados fue una auténtica bienvenida llena de detalles y flores, de sonrisas y buen humor. Luego, nos fuimos a arreglar papeles y al banco, yo con la Madre Matilde y ellas con Jesús, pero siempre juntos.
Finalmente, después de comer un poco comenzamos la ida a Sábiè. Yo le pedía a la Madre Matilde que les abriese los ojos y el corazón, que las acompañara y las protegiera, mientras escuchaba la canción de Mercedes Sosa “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Desde Moamba llamé a Zura para que avisase a la comunidad para el recibimiento de las Hermanas. Yo como iba más despacito llegué tarde, pero les cantaron y bailaron para ellas, hasta el punto de emocionarlas. Las caras lucían sonrisas amplias, y ni se les notaba el cansancio del viaje.
Luego el atardecer con el Sol al rojo vivo, lleno de pasión y dando el calor de su acogida a toda la Congregación que en tantas partes del mundo habrá estado en oración pidiendo por estas 3 misioneras que han dicho sí a África y al Señor, como María, como la Madre Matilde, como Romero, como tantos mártires y santos regados por toda Ámerica y por el mundo.

Inkomu! Me pasaría horas relatando lo que siento, pero basta con decirte “Gracias”. Gracias por este regalo para África, para Mozambique, para Sábiè. Gracias por tantas maletas repletas de vida. Gracias por la riqueza de tu Iglesia que nos une desde el primer instante sin conocernos, tan sólo porque sabemos que Tú eres nuestro gran amor, nuestro salvador, quien mueve nuestros corazones. Cuida de ellas, de sus corazones recién llegados y de sus familias y comunidades recién despedidas. Y que el carisma de la Madre Matilde sea apreciado y valorado en las palabras, en las acciones, en los pasos, en los amores de esta nueva comunidad.
Maletas cargadas de sueños inundaron mi coche. Casi no podía conducir porque las maletas llenas de esperanza ocupaban todo el espacio. La Madre Matilde en su maleta azul me acompañaba, mientras que Cariely, Pepita, Matilde y Margarita iban con Jesús. Me sentí privilegiado, porque todo el tiempo me sentí en oración de acción de gracias.
Después de medio año de espera llegó el gran día: llegaron la Hijas de María Madre de la Iglesia con sus maletas a rebosar de alegría, de corazones dispuestos a amar, de papeles por escribir, de oraciones por rezar.
Llegaron y me pareció que Mozambique se llenaba, y que todo Sábiè se emocionaba y que Dios se reía.
El desayuno con las Hermanitas de los Ancianos Desamparados fue una auténtica bienvenida llena de detalles y flores, de sonrisas y buen humor. Luego, nos fuimos a arreglar papeles y al banco, yo con la Madre Matilde y ellas con Jesús, pero siempre juntos.
Finalmente, después de comer un poco comenzamos la ida a Sábiè. Yo le pedía a la Madre Matilde que les abriese los ojos y el corazón, que las acompañara y las protegiera, mientras escuchaba la canción de Mercedes Sosa “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Desde Moamba llamé a Zura para que avisase a la comunidad para el recibimiento de las Hermanas. Yo como iba más despacito llegué tarde, pero les cantaron y bailaron para ellas, hasta el punto de emocionarlas. Las caras lucían sonrisas amplias, y ni se les notaba el cansancio del viaje.
Luego el atardecer con el Sol al rojo vivo, lleno de pasión y dando el calor de su acogida a toda la Congregación que en tantas partes del mundo habrá estado en oración pidiendo por estas 3 misioneras que han dicho sí a África y al Señor, como María, como la Madre Matilde, como Romero, como tantos mártires y santos regados por toda Ámerica y por el mundo.

Inkomu! Me pasaría horas relatando lo que siento, pero basta con decirte “Gracias”. Gracias por este regalo para África, para Mozambique, para Sábiè. Gracias por tantas maletas repletas de vida. Gracias por la riqueza de tu Iglesia que nos une desde el primer instante sin conocernos, tan sólo porque sabemos que Tú eres nuestro gran amor, nuestro salvador, quien mueve nuestros corazones. Cuida de ellas, de sus corazones recién llegados y de sus familias y comunidades recién despedidas. Y que el carisma de la Madre Matilde sea apreciado y valorado en las palabras, en las acciones, en los pasos, en los amores de esta nueva comunidad.

2 comentarios:

Mª Jose dijo...

OLA
OBRIGADA POR TUDO
QUE SEJA O PAI DO CEU A TRANSMITIR TODA A GRATIDÃO QUE SENTIMOS POR VÓS ESTARES AÍ
MANOLIN OBRIGADA PELA ESPERANÇA QUE ELE DEPOSITOU EM TI Y TU ES FIEL
Mª JOSE FMMI

Mª Jose dijo...

Olá
Manolin
ainda que não o conheço pessoalmente quero por este meio agradecer-lhe esta tão entranhavel cronica deste dia.
que bem me fez ler seus sentimentos para com as Irmãs Filhas de Maria Mãe da Igreja, "malas carregadas de esperança e de sonhos" sim todos temos postos o coração em Sabié pois onde está uma filha da Madre Matilde está a Congregação toda...
OBRIGADA por tudo o que tem feito por ela, vai ser uma mais valia a evangelização assim partilhada.
Manolim, quando estiver com Pepita Matilde Carieli de-lhes um abraço das Irmãs e meninas Portuguesas. as meninas perguntam muito por elas...
Obrigada por estar aí e por este meio de evangelização.
Unidos no coração do Deus Pai,
sou Mª Jose FMMI