Querido Ángel Rodríguez...

Koboko, terça-feira 2 de Novembro de 2010
Todos os Defuntos
Aniversário de nascença do meu irmão venezuelano Luís Ignácio Antón González
Jo 5, 24-29

Querido Ángel Rodríguez, hace tiempo que vengo deseando escribirte para contarte algunas cosas, y hoy creo que es un día apropiado. Estuve en Maputo y tuve la posibilidad de encontrarme con Lucas, el de Hidroagua. Me acordé mucho de ti, porque te pedimos agua para Mazithulele y nos diste la que más te gustaba: “Agua salada”, agua del mar, quizá de las costas de Caleta Caballo o de Las Canteras.
Sin embargo, hoy nos abres otra puerta a otras aguas: una aljibe. ¿Cómo no lo entendimos antes? Tu Lanzarote está lleno de aljibes que recogen el agüita del cielo, pues aquí vamos a hacer lo mismo. Mazithulele no se quedará sin agua. Ya sabemos que el mar corre imperceptible a 60 metros de profundidad, pero ahora queremos lo que aquí se llama “Mati ya Xikwembu” o “el agua de Dios”.
Al regreso fui derechito a casa de las Hermanas para celebrar la misa. Recordamos a todos los difuntos, y no sé porqué te recordé especialmente a ti y a mi vecina Gloria que, mientras mi Amada mamurri estaba enferma, nos traía flan de huevo casero.

Inkomu! Nuestro Ángel de Mazithulele sigue dándonos ríos de agua de mar subterráneos, y ríos de agua dulce para nuestro futuro aljibe. No te canses de llover bendiciones sobre este pueblo. “No se maravillen de esto, porque viene la hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hicieron bien, irán a la resurrección -de agua- de vida”