domingo, 13 de marzo de 2011

Me enamoré de un río... de la promesa final




Koboko, sábado 4 de Dezembro de 2010
Santa Bárbara (Máguez)

A las 6.00h había quedado con el seminarista Mohamed y con la comunidad de la Misión para cargar mangas y llevarlas para vender en Korumana, Mahungu y Ndindiza. Así que, junto con las Hermanas, poco a poco fuimos dejando a las jóvenes en estos lugares para que ganen algo de dinero para la comunidad (creo que quieren comprar un batuque).
En Matukwanyana lo pasé bien. Estaba lleno de niños y niñas, es un tesoro y una gran esperanza para esa comunidad. Albino parece no querer desprenderse de esta comunidad de Matukwanyana por ser su fundador, aunque anunció que fue escogido como animador de Ligongolo la semana pasada.
En Baptine pude sentarme en la estera y jugar con los niños en lo que llegaba la gente… que nunca llegó. Así que celebramos la misa un pequeño grupito, sin embargo muy alegre.
A la vuelta, recogimos a quienes habíamos dejado vendiendo mangas y fuimos a remendar los neumáticos que ya estaban para el arrastre. Sólo uno de ellos estaba pinchado cuatro veces, así que la bromita me salió 200mt y más de una hora y media de espera.
Como ya era tarde, perdí el apetito y al llevar a las jóvenes a la Misión decidí ir al río. Es casi irresistible. Me recuerda mucho la canción de Pedro M. Guerra que dice: “Se enamoró de un río, del cristal y no mirar, de sus ojos anfibios, de la promesa final de un descanso marino… de su pasado invernal, de sus troncos heridos… de su presente fugaz, del remanso escondido… del serpentino ritual, de sus pies coralinos…”

Inkomu! Enamorarse de un río es lindo, porque es como enamorarse de la libertad, de algo que no puedes abarcar, de algo que te envuelve, que te sobrepasa, que promete, que limpia, que refresca… pero se va… pero luego vuelve y siempre está sin que lo puedas encarcelar. Lo confieso, me enamoré de un Río… y de Rafael y Amada del Río. Curioso, yo amo el río y ella es Amada por el río del Amor.

1 comentario:

Caty dijo...

Manolo,!Te tengo una envidia¡ No por el río,que aquí tenemos el mar,grandioso no sólo por su inmensidad,sino por su carácter,por su propia personalidad,por su firmeza,por ser capaz , al igual que una madre , de dar vida,de alimentar,de abrazar sin mirar a quien,... Te envidio por tu capacidad de amar,por tu entrega allá donde vas.Que Dios te bendiga