Tsambo; amado y elegido por ti...

Ressano Garcia, sexta-feira 18 de Março de 2011

Nos perdimos entre una maraña de casas mientras buscábamos al sr. Armando Tsambo. Su pallotita parece el vertedero municipal, el olor te hace retroceder, sólo el amor nos impulsa a visitarlo. Eran casi las 10 de la mañana y la puerta estaba cerrada. Llamamos varias veces hasta que respondió. Con dificultad Fumo consiguió abrir la puerta. Entramos. Tuve la sensación de entrar en un sepulcro abierto, aún con vida. Armando yacía en su cama envuelto en suciedad y con su pierna “podrida” semi-descubierta.

Fumo habló con él para intentar convencerle de que se viniese a Maputo conmigo. Tiene miedo porque dicen que le van a cortar la pierna. Le dije que no es ningún hospital y que no le van a cortar su pie, sino tan sólo curarlo y que luego podrá regresar a su casa. No aceptó. Le dijimos que se lo pensase una vez más y que luego me dijese algo. Quiero insistir hasta que se rinda. Está solo, sus vecinos le llevan agua y comida, pero no es suficiente.

Al salir nos encontramos a Bene y nos tomamos un refresco en su barraca. Nos dijo que Tsambo hace mucho tiempo que no se quiere bañar. Ni falta que lo diga. Pero también nos dijo que todos los viernes sale a pedir a Ressano, y que algunos días pide a sus vecinos. Sentí que algún día morirá sin que nadie lo sepa hasta pasados unos días, porque su vecina más próxima no sabía si estaba o no estaba en casa, como si no le interesase en nada la vida de este hombre.

Inkomu! A veces tenemos que recordar que hay muchos Tsambo, y que son hombres, seres humanos, personas, hijos Tuyos, hijos de Dios, amados y elegidos por Ti para una misión de amor. Se revuelven mis entrañas ante la imposibilidad de ayudarle de manera eficaz: no sé curar una herida de ese calibre, y no conozco a quien podría pagarle para que fuese cada dos días a su casa para hacerle una cura. Su vida está plenamente en Tus Manos cariñosas de Padre; dame pies para poder visitarle siempre y ternura para entrar en su corazón.