Missão,
sexta-feira 24 de Janeiro de 2014
S. Francisco de Sales
Pensaba
visitar a los enfermos de la Vila con Aurora, pero ella salió con Pilar a las
7.00h, así que sólo llegué a tiempo de ir con ellas a Xihlonine para ver al Sr.
Casimiro. Allí estaba bajo la sombra de su granero sin camisa, aguantando un
calor de justicia. Nos recibió muy feliz y con la sencillez y la humildad de
los hombres de campo.
Cuando
finalmente nos vio y oyó, fue a ponerse una camisa. Después de rezar y recibir
la comunión, le dimos su “khisimusi”
(regalo de Reyes) y se puso muy feliz. También le dimos para su vecina que
sabemos que está sola y pasando serias dificultades para comer.
Ni
khensile! En este día hice muchas cosas, pero quizá esta simple visita fue la
que más marcó mi corazón. Me enternecen estos ancianos gastados en años de
trabajo y sufrimiento, que aún mantienen en pie su dignidad, su fe, su
humanidad, su espíritu. Por él y por otros muchos y muchas como él: KHANIMAMBO!
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