miércoles, 28 de agosto de 2019
Algo nuevo está comenzando a nacer en mi interior.
Satemwa-Angônia,
terça-feira 25 de junho de 2019
Dia da
Independência de Moçambique
Cuando estoy de retiro no sé qué contar, y a veces me cuesta un poco
escribir en este cuaderno de vida militante. Sin embargo, hoy ocurrió algo
excepcional que he querido a definir como el «Día de la independencia y
liberación parroquial».
Cuando terminamos la
charla de las 15h, el obispo D. Diamantino me pidió un momento para charlar.
Providencialmente también yo tenía pensado pedirle hablar con él sobre mi
situación, pero él se me adelantó. La conversación fue sobre Mukumbura, el
futuro, el estudio de la lengua, Paco, el IEME, la región pastoral… Estaríamos
hablando unos 30 minutos, pero a mí me supo a gloria divina. En primer lugar,
porque cuenta conmigo para Mukumbura y, en segundo lugar, porque sintonizo al
100% con su visión pastoral centrada en los laicos y en la formación seria de
los mismos.
Este diálogo fue un
regalazo, porque la simple posibilidad de no ir a Mukumbura me estaba creando
un dolor interior y una cierta frustración misionera. D. Diamantino me ha
abierto sin saberlo las puertas de mi corazón. Su retiro trata sobre la Alegría
del Evangelio, pues hoy me ha regalado un alegría que me vuelve a poner en la
senda misionera con todo el ardor del primer día.
No
estoy triste, ni mucho menos, en Songo. No. Sin embargo, no dejo de pensar que
en Mukumbura están «semi-abandonados pastoralmente» por la Iglesia, mientras
que en Songo están mimados con dos curas a tiempo completo. Nunca he sido
clerical, y mucho menos de tendencia episcopal, pero hoy descubro mi cabeza
ante este obispo joven que tiene ideas claras y firmes sobre la misión de la
Iglesia.
Tatenda!
Esta noche mismo ya cogí el diccionario y la gramática cinyungwe, porque siento
que algo nuevo está comenzando a nacer en mi interior. Señor Jesús que tu
Alegría me siga desbordando, sorprendiendo, enamorando… para que la pueda
llevar con pasión a todos los rincones de Mukumbura.
jueves, 22 de agosto de 2019
Tú hoy Señor te llamas Rosa
Songo,
domingo aos 23 de junho de 2019
Corpus
Christi
Mientras celebraba las Primeras comuniones en Songo,
recordé lo que fueron las de estos años pasados en Doctoral y el Castillo. ¡Qué
feas e injustas son las comparaciones! Pero no me cabe la menor duda de que
aquí estos niños, niñas y adolescentes tienen una cierta experiencia de fe.
El jueves y el viernes les di una catequesis a
quienes se preparaban para su Primera Comunión, y el sábado se confesaron con
Alberto. Hoy estaban todo seriecitos y no supe nada de sus padres o madres, que
no tienen bancos reservados ni flores ni florituras… cosa que agradezco en
grado sumo.
Y como suele pasar, el verdadero Cuerpo de Cristo
vivo apareció hoy en la persona de Rosa, una niña de seis añitos que lloraba de
hambre, y que estaba sucia de días y días sin bañarse, y que iba acompañada de
su padre Mario Domingos. Ambos me mostraron las llagas del Cuerpo de Cristo.
Llegaron pidiendo dinero para ir a Angonia. Providencial: les dije que mañana a
las 3 de la mañana saldremos juntos para Angonia, porque nosotros vamos a los
Ejercicios Espirituales en Satemwa.
Les di de comer un plato de lentejas y luego me
fui con ellos a la policía para que el Sr. Mário Domingos hiciese una
declaración pues no llevaba documentación alguna. Luego se fueron a recoger las
cosas que habían dejado en Canchenga. Cuando regresaron él estaba borracho como
una cuba. Muy triste. Cuando fui a despertarlo para la cena, no daba señales de
vida, así que los dejé dormir porque mañana saldremos muy temprano.
Tatenda! Tú hoy Señor te llamas Rosa pequeña,
llorosa, sucia y con el vestido roto. Esta es la fiesta del Cuerpo de Cristo
que ha venido a tocar a mi puerta. He podido compartir mis lentejas Contigo,
Con-ella, Con-ellos… Ha sido una linda eucaristía de Corpus, poder compartir el
pan con los pobres, y arrancarte sonrisas con caramelos y con un trozo de
tarta. Gracias por visitarme, y sigue cuidando de Rosa abandonada por su madre y
mal cuidada por su padre… Sólo Tú podrás velar sus sueños de pan, de abrigo, de
agua, de mamá, de hogar… sus sueños de niña.
Tanta pobreza
Songo,
sexta-feira aos 21 de junho de 2019
São Luís
Gonzaga
A veces pienso que los pobres se multiplican exponencialmente, porque
cuando piensas que los has visto a todos, aparecen otros y otros, y otras
situaciones y otras realidades... que te dejan sin saber ni para dónde mirar. Y
cuando parece que has visto lo peor, te encuentras con otros todavía más
pobres. Este es el resumen de las visitas a la comunidad de San Daniel Comboni.
Llegamos pasadas las
15:00H y regresamos a las 18:00H, y no paramos de visitar a familias más que
pobres. Una señora enferma abandonada por el padre de sus hijas cuando se
declaró la enfermedad, y es la niña que estudia 7º curso la que se hace cargo
de todo: cocinar, estudiar, atender a su madre y a sus hermanas. Pero también
encontramos lo mismo, aunque esta vez es un niño el responsable de todo y
además de estudiar, también cuida las vacas de un señor, hace la comida y
atiende a sus 3 hermanos y a su madre, también enferma. Luego visitamos a
varias ancianas, una de las cuales tiene en su casa a tres nietas.
En el barrio había cientos
de niños y niñas, como moscas por todos lados. Llevé dos paquetes de caramelos
y se me acabaron en un «pis-pas».
Tatenda! Toda la misa me la pasé pensando en lo
que había vivido esta tarde. Estoy sobrecogido, porque me dan ganas de iniciar
proyectos de todo tipo en estos barrios periféricos de Songo donde la pobreza
está acampada y echando raíces. Además, tanta pobreza me denuncia mi forma de
vivir, mi bienestar, mis comodidades, mi vida confortable… ¿De qué forma debo
vivir en África? ¿Cómo puedo hacer Señor, para no sentirme tan lejos de los
últimos, de los más pobres, de tus preferidos?
miércoles, 21 de agosto de 2019
Ya Mozambique cuenta con una doctora más a la que no le faltará trabajo.
Beira-Chota,
sábado aos 15 de junho de 2019
Aniversário de Cristóbal Déniz Hernández

La ceremonia de graduación estaba muy bien
preparada: misa, entrega de diplomas y consideraciones finales. Lo que quizá
hizo que me cansase un poco, es que eran más de 700 quienes recibían el diploma
fin de estudios, y comenzamos a las 8:30h para acabar a las 15:30h. De todas
formas pude saludar a varios curas diocesanos y la ceremonia me pareció que
respondía a lo que debe ser este tipo de eventos. Me pasé todo el tiempo
enviando fotos y mensajes al Grupo de Vida de Valsequillo, que en gran parte
eran los segundos protagonistas por haber pagado los estudios completos a
Arminda.
De allí, ya con título en mano, nos fuimos a la
Facultad de Medicina para despedir a los médicos que habían sido sus profesores
y profesoras, y al mismo tiempo les daban consejos que me parecieron muy
acertados. Entre otros, habló un médico alemán que les dijo: «Ustedes saben que
me niego a tratar a un paciente sin primero saludarle. Pues bien, ustedes deben
aprender que un médico no es alguien que está arriba, sino alguien que debe
estar a la altura del paciente, para así poder humanizar la salud». Me encantó
oír estos últimos consejos de sus profesores.
Luego, comenzamos a correr como locos, porque
cuando llegamos a su casa la comida no estaba preparada, y además tuvimos que a
buscar la tarta a casa de una señora que tampoco la había terminado. Dimos dos
viajes llevando los calderos con la comida al salón que alquilaron en el
extremo opuesto de la ciudad. De tal forma que lo que estaba previsto que
empezase a las 18:30h, comenzó a las 21:30h. Y lo peor, es que estábamos sin
almorzar.
La fiesta comenzó con las palabras de algunos
invitados que estábamos en la mesa de honor. Arminda comenzó dando gracias a
Dios y luego estuvo treinta minutos contando toda su historia, sin que los
invitados pudiésemos pegar bocado. ¡Cuando me serví acabé sacando una foto al
plato! Terminamos sobre la una de la madrugada, para luego recoger y transportarlo
todo a casa. Muy cansados, pero mucho más felices que cansados.
Tatenda! Fefi, Bartolo, Tita, Mari, Loli, Yurena,
Rosa y José Antonio, por haber confiado en Arminda y por haber acompañado sus
estudios con tanto cariño. Ya Mozambique cuenta con una doctora más a la que no
le faltará trabajo. Arminda estaba feliz-feliz, y toda su familia, y yo también
por haber puesto mi grano de arena. Ahora Tú tienes un gran trabajo para que su
corazón se enamore cada día más de aquellos que sufren la enfermedad, y así
pueda ponerse a su altura y a su servicio.
martes, 20 de agosto de 2019
«La Ofrenda de la pobre viuda, que dio todo lo que tenía para vivir».
Songo,
domingo aos 9 de junho de 2019
Pentecostes
Llevo dos semanas ensayando el bautizo y la boda de dos adultos, Albino y
Zaida, en chinyungwe. Les he cogido mucho cariño porque son buena gente, y me
río con ellos cuando se ponen a hablar entre ellos, porque lo hacen con mucho
respeto.

La gente estaba feliz al
verlos casar, y gritaban, aplaudían, cantaban con el alma, y por supuesto les
pidieron el beso de rigor, que ellos se dieron con mucha vergüenza, pero que
levantó el estallido de alegría. Bailé con ellos en la acción de gracias. Es la
primera vez que bailo en la misa desde que llegué a Songo, así que lo disfruté.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)