jueves, 22 de agosto de 2019
Tanta pobreza
Songo,
sexta-feira aos 21 de junho de 2019
São Luís
Gonzaga
A veces pienso que los pobres se multiplican exponencialmente, porque
cuando piensas que los has visto a todos, aparecen otros y otros, y otras
situaciones y otras realidades... que te dejan sin saber ni para dónde mirar. Y
cuando parece que has visto lo peor, te encuentras con otros todavía más
pobres. Este es el resumen de las visitas a la comunidad de San Daniel Comboni.
Llegamos pasadas las
15:00H y regresamos a las 18:00H, y no paramos de visitar a familias más que
pobres. Una señora enferma abandonada por el padre de sus hijas cuando se
declaró la enfermedad, y es la niña que estudia 7º curso la que se hace cargo
de todo: cocinar, estudiar, atender a su madre y a sus hermanas. Pero también
encontramos lo mismo, aunque esta vez es un niño el responsable de todo y
además de estudiar, también cuida las vacas de un señor, hace la comida y
atiende a sus 3 hermanos y a su madre, también enferma. Luego visitamos a
varias ancianas, una de las cuales tiene en su casa a tres nietas.
En el barrio había cientos
de niños y niñas, como moscas por todos lados. Llevé dos paquetes de caramelos
y se me acabaron en un «pis-pas».
Tatenda! Toda la misa me la pasé pensando en lo
que había vivido esta tarde. Estoy sobrecogido, porque me dan ganas de iniciar
proyectos de todo tipo en estos barrios periféricos de Songo donde la pobreza
está acampada y echando raíces. Además, tanta pobreza me denuncia mi forma de
vivir, mi bienestar, mis comodidades, mi vida confortable… ¿De qué forma debo
vivir en África? ¿Cómo puedo hacer Señor, para no sentirme tan lejos de los
últimos, de los más pobres, de tus preferidos?
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