viernes, 16 de agosto de 2019
Nos volveremos a ver seguro en ese Cielo azul de Haría.
Songo,
sexta-feira aos 24 de maio de 2019
Maria
Auxiliadora, Mala
Me desperté con la pascual noticia de que falleció
Domingo Valenciano del Castillo. Es imposible resumir en unas líneas el amor de
toda una vida entregada junto a Frasquita Placeres. He pasado todo el día unido
a ellos. Falleció ayer por la noche, pero aunque Francisca me envió un mensaje
anoche, sólo lo vi hoy al despertar.
Con Frasquita y Domingo tuve una amistad muy
especial que luego se hizo extensiva a toda la familia. Desde que llegué a
Haría ellos me recibieron en su casa, y estuve más de un año yendo a rezar y a
desayunar a su casa. El cariño lo hace el roce, y aunque soy tímido, ellos me
supieron acoger siempre con una sonrisa y muy buen humor.
Domingo era de lágrima floja, como yo, y Frasquita
era fuerte y sensible al mismo tiempo, pero ambos buscaban la coherencia entre
su vida y su fe. Nunca pararon de trabajar en diferentes ministerios de la
parroquia, y sobre todo eran esas personas que eran motivo de unión. Frasquita
era una excelente animadora de las personas mayores, tenía mucha mano izquierda
aunque era firme en sus planteamientos. De su actitud aprendí mucho, porque
además sabía acompañar. Domingo siempre decía que era «la rueda de repuesto» y
sólo cuando faltaba Frasquita, él tomaba las riendas.
Domingo era un artista para contar historias, y al
mismo tiempo era un libro abierto de la historia de Haría, de su Real y
Señorial Villa de Teguise, y de todo Lanzarote; pero además, tenía el don de
conocer todo el refranero popular y de jugar con las palabras, por lo que
hablar con él era siempre entretenido. Me siento bendecido por haberlos tenido
tan cerquita de mi corazón.
Tatenda! Comienza una difícil etapa en la vida
para Francisca, Juan y Domingo, porque con una madre y un padre como ellos, la
huella en el corazón es muy grande. Sobre todo te presento a Francisca, a Tomas
y a sus hijas que estaban siempre y a todas horas con su ellos. Que este tiempo
nuevo sin ellos no les dé sensación de vacío, sino de paz y de un gran
agradecimiento por todo lo vivido, lo amado, lo compartido hasta el último
aliento. Unidos para siempre Domingo y Frasquita, nos volveremos a ver seguro
en ese Cielo azul de Haría.
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