Sábiè, sexta-feira 24 de Abril de 2009
10º Aniversário da minha Ordenação Diaconal (Javi y familia)
Los días con malaria son un poco insulsos, sin embargo hoy por la tarde tuve tres visitas de algunas vecinas que se enteraron de mi malaria: Dona Adelina, Dona Rosa y Dona Joana. Una visita de tres viejecitas en changana es una “breve visita”. Las palabras se me acaban casi antes de comenzar:
-Lipelile
-Khanimambo?
-Swadjanpswa?
-Khanimambo!
-U ko?
-Ni ko.
-Hi tile ku pfuxela
-Khanimambo!
-Na twa nlhoko, febere, mirhi…
-Him
-Mufundisi, a nga ko?
-A nga ko. Yena a fambile ka Kurramane
-Hi swo!
-Sala kahle
-Fambani kahle! Khanimambo!
-A swi djanpswi!
-Khanimambo!
Después me senté ante la Caja de los Horrores, que es como hoy llamo a la Televisión. Realmente siempre me sorprende alguna noticia de esas que sólo pueden ocurrir en estas latitudes. El locutor advirtió a los telespectadores de la dureza de las imágenes. Una mujer de Buzi (Sofala) tenía un quiste en la cara que debía ser operado, pero el susodicho había adquirido tales dimensiones que le colgaba hasta llegar a la cintura. Se le había deformado toda la cara por estiramiento de la piel, de tal manera que tenía los labios por debajo de la barbilla y en posición vertical, los ojos a la altura de la boca, y la nariz donde la barbilla. Es decir, no tenía figura humana. Para rematar la jugada, acababa de dar a luz a dos gemelos y estaba amamantando a aquellos dos angelitos. En esas condiciones iba todos los días a trabajar a su cercao’.
No consigo entender nada, ni a su marido, ni a su familia, ni a sus vecinos, ni esta cultura y las cosas que ocurren. ¿Cómo se puede llegar hasta estos extremos sin hacer nada? Me acordé de un señor que vi en Portugal con una enfermedad parecida, pero al lado de esta señora él estaba como un rey.
Khanimambo! por las visitas de mis vecinas, por las llamadas de mi familia y amigos que me ayudan a superar poco a poco la malaria. Khanimambo! por estas imágenes de televisión que me abren a la realidad que aún se me escapa y que me hace reflexionar y orar. Señor, no puedo quejarme de una malaria viendo a esta mujer deforme amamantando a sus hijos. Dale vida para que pueda encontrar una solución a su enfermedad, y así sus hijos conozcan el rostro materno de Dios en su madre.
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