miércoles, 13 de enero de 2016
Nuestra primera casa
Moatize-Tete,
sexta-feira 09 de Janeiro de 2015
Día del encuentro del grupo IEME: Alberto,
Paco y yo, porque Vicente no quiso venir. Aquí hemos estado debatiendo los puntos
que teníamos en la agenda: situación personal, economía, perspectivas de futuro
del grupo.
Todos
estamos muy felices y llenos de fuerzas para la tarea misionera. Me impresiona
la vitalidad del pe. Alberto a sus 83 años, su celo pastoral está “por encima
de los límites permitidos”. Todo un toro de la evangelización. Es normal que
insista en que quiere morir en Tete, en Mozambique, porque aquí es donde está
dando la vida. Ante él me quito el sombrero como misionero y como presbítero.
De
nuestros temas, quizá el que nos llevó más tiempo son las perspectivas de
futuro. Una vez más volvimos a explicar nuestro deseo de salir de la
Archidiócesis de Maputo y buscar una diócesis “más misionera”, con menos clero
local o religioso, con mayor pobreza, con mayores necesidades de primera
evangelización, etc… Se va perfilando Tete como un posible lugar, aunque
comentamos lo que conocemos de otras diócesis de Mozambique. En Tete sentimos
que damos una continuidad al trabajo, que aquí tenemos una historia, que aquí
tenemos una casa con las puertas abiertas, que siempre nos espera.
Ni
bongile! Fue ésta nuestra primera casa, el lugar que acogió a los primeros
misioneros del IEME en Mozambique y hoy se han dado los primeros pasos para un
posible regreso como grupo. Alberto es quien ha dado continuidad en el silencio
de los años y alejado de todos. Gracias por su entrega abnegada y desmedida. Y
que cuando llegue su día, que su oración de “vivir para siempre” en esta
tierra, dentro de esta tierra, bajo este Cielo, sea tu bendición para su sudor
derramado.
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