domingo, 24 de enero de 2016
Un café...
Vila de
Sábiè, segunda-feira 24 de Agosto de 2015
São
Bartolomé
63º
Aniversário do Bartolo
Me levanté enérgico y me tomé un café en la
cocina. Es una cocina muy cometa porque con tantas ventanas hace que sea
divertido tomar un café estando solo. Me dediqué a ver a la gente que pasa
temprano de aquí para allá. En la Misión no hay este movimiento tan temprano,
así que disfruté del “momento café” y creo que lo seguiré haciendo.
La
mañana fue movidita. Fui a Korumana a buscar a las “titías” porque hoy comienza
el curso de las educadoras de las escuelitas comunitarias con Gaudência. Luego,
regresé a la Vila para coger agua y llevarla a la Misión, y después del
almuerzo regresé a la Vila donde estuve limpiando y haciendo pequeñas cosas.
Las
Hermanas fueron a Mugkakaza con los jóvenes para la catequesis y regresaron
tarde, pero muy felices. Participó muchísima gente y vinieron con el coche
hasta los topes. También vinieron con ellas, una mamá con sus dos niños para
hacer el tratamiento de tuberculosis en la Misión. Se quedarán en la casa de la
enfermera durante los seis meses del tratamiento.
Ni
bongile! Son muchas las ventanas que se me abren en esta nueva casa, y como aún
no le he puesto las cortinas porque no tengo luz para el taladro, las ventanas
casi me obligan a observar, a contemplar el movimiento de la vida desde
temprano. Que esas ventanas, desde las que también soy observado, me ayuden a
mirar en mi interior, a dejarme ver en lo profundo. Que las ventanas me abran y
al mismo tiempo me ayuden a mirar como Tú pasas por aquí, por allí, por
nosotros y por mí.
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