martes, 15 de enero de 2019
Las despedidas no fueron fáciles ni rápidas.
Pemba, segunda-feira
aos 10 de dezembro de 2018
Las despedidas no fueron fáciles ni rápidas.
Después de desayunar con las Hermanas, nos fuimos a la casa de las laicas
combonianas que nos presentaron su proyecto y su trabajo allí. A decir verdad,
creo que están «infrautilizadas», porque son dos mujeres a tiempo completo en
aquel lugar y no tienen un programa completo de actividades para todo el año.
Ahora están prácticamente de vacaciones porque están dedicadas a la docencia y
administración, y no tienen nada de pastoral. Después de una hora y media con
ellas, nos despedimos porque queríamos llegar de día a Pemba.
El viaje es hermoso. Me impacta tanta pobreza.
Nampula es muy poblado y se ve que cada familia tiene entre 7 y 10 hijos,
porque no es normal ver tanto chiquillaje deambulando y tirando piedras a las
mangas. Realmente impresiona tanta pobreza. La diferencia del norte con el sur
de Mozambique es equiparable al norte y sur de España, pero en un país de pobreza
absoluta, con lo que ello supone.
Por el camino hicimos dos paradas: una en Alua
para saludar a un cura diocesano de Praga y el matrimonio que vive con él
(recién casados hace un mes). Y también, paramos en casa de las jesuitinas para
ver al niño accidentado: horroroso. Le quedará una cicatriz imposible de
olvidar para toda su vida. Es un niño de unos 8 años, que casi no puede andar,
pero que tampoco se quejaba cuando le hacían la cura. Yo casi no podía ni
mirar, porque sólo ver su pierna me causaba dolor, y Estrella como si tal cosa.
Cada cual tiene sus dones.
Llegamos a casita y, como ya estamos en las
despedidas, tocaba cena en la zona de la playa. Estuvimos haciendo balance de
todo lo vivido y hablado estos días.
Kihosukurru! Se acerca el fin de este periodo
vacacional en Mozambique, y reconozco que ha sido una bendición para el alma.
Sabía que si no venía ahora para visitar a Estrella, ya no lo podría hacer en
años. Valió la pena, porque tuvimos tiempo para hablar de todo lo que tenemos
entre manos: la vida, la misión, los sueños, los retos, las dificultades.
Señor, sigue enviándome Estrellas que me iluminen la sonrisa.
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2 comentarios:
Que forma de poner los pies en el suelo, el leer tu vida diaria. Gracias por ser como eres
Dios, que grande eres, gracias por la vida y entrega de los misioneros
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