Cumpleaños de mi tía Luisa Ramírez Vega
Desbordó todas mis expectativas. Ni por asomo esperaba un Primero de Mayo tan feliz y explosivo. Decidí ir a la marcha de los trabajadores y me lo pasé en grande. Hacía años que no tenía la oportunidad de disfrutar del Día Internacional de los Trabajadores, y tuve la suerte de poder disfrutar aquí de este evento.
No tiene nada que ver con el 1º de Mayo que dejé en las islas, casi muerto. Este primero de Mayo está lleno de vida, de alegría, de humor, de protesta irónica, etc… Habían cortado todo el acceso a la Baixa, y una multitud iba a pie admirando el desfile de coche, camiones y guaguas, grúas y tractores, chapas y motos, taxis y furgonetas que iban a desfilar.
Era una auténtica fiesta de carnaval. Los trabajadores están organizados por empresas, así que cada empresa prepara su vehículo como si fuese el coso (desfile) del carnaval. Así por ejemplo desfilaron:
-Dos furgonetas del Hospital Central con médicos, enfermeros, pacientes haciendo como que estaban en una sala de operaciones. No les faltaba ni un detalle: red mosquitera, batas, botellas de oxígeno, camas, medicamentos, instrumentos quirúrgicos, etc…
-Un camión de la Prisión Central de Beira con sus funcionarios. Impresionaba porque es un camión blindado con rejas. Hasta que salió un preso y se escapó, y entonces representaban la captura, mientras todos nos moríamos de risa.
-Pasaron los de la compañía de Guaguas Públicas de Beira, que hicieron una representación fabulosa. Primero llegó a la parada una guagua de la viejas, y nadie se quería subir: habían viejitos, mujeres embarazadas, cojos…que no podían subir. Luego llegó la guagua nueva y ya subieron todos alegres. Muy simpáticos y muy críticos sin perder la alegría.
-También desfiló una empresa reclamaba mayor higiene laboral. Así que cuando llegaron al palco, uno de los que iba en la carroza comenzó a ducharse. Tenía todo preparado: jabón, ducha con agua, etc… Un auténtico fiestón para todos.
-Pasaron también los albañiles y peones (aquí son “pedreiros”) haciendo casas, con todo lujo de detalles: poniendo las chapas del techo, electricidad, encalando bloques, etc.
-No faltaron los de Obras Públicas con su pequeña Máquina China para alquitranar, y cantaban mientras trabajaban.
-También estuvieron presente varias escuelas públicas y privadas (Juan XXIII) con sus profesores y alumnos en medio de la clase: sillas y mesa, pizarra, batas, libretas… repitiendo la tabla de multiplicar.
-Genial fue también la aparición de los “Trabajadores Informales de Goto”. Es un mercado donde se vende de todo, pero está en la calle. Los que trabajan vendiendo algo en la calle, deben ser el gran montante de trabajadores de este país, y sin embargo no son reconocidos como trabajadores. Ellos aparecieron haciendo jaleo, como si fuese el mercado, y con pancartas reivindicando su estatus de trabajadores.
-Aparecieron los seguritas (seguridad privada), que aquí son muchísimos debido a la cantidad de robos. Casi no hay comercio que no tenga seguridad privada en la puerta. Así que escenificaron un intento de robo a un señor, y cómo detenían al ladrón al estilo del más puro oeste americano. Muy simpático.
Sería casi imposible relatar cada uno de los grupos que aparecieron en el desfile: Fundidores de hierro de empresas chinas; exhibición de grúas del puerto levantando contenedores de mercancías; grúas para las farolas públicas; empresa de cerveza 2M-Manica; militares con algunos desobedientes haciendo payasadas; agrupaciones de ONG que luchan contra el SIDA; etc.
Finalmente hubo 4 intervenciones culturales: niños huérfanos de Munhava (que bailaron e interpretaron un teatro animando a los huérfanos para ir a la escuela), mujeres de Munhava Matope, un grupo de danza tradicional y un grupo de teatro sobre el HIV-SIDA animando a que la gente se haga el análisis.
En la mesa de honra-presidencia estaba la Central Sindical de Trabajadores que dieron un discurso de despedida con datos de interés sobre la situación. En definitiva, una auténtica fiesta de protesta, pero sin perder la alegría y la esperanza en un futuro mejor.
Da trabajo Señor a este pueblo. Trabajo digno, trabajo que ayude a levantar este país y tantas familias que andan en la miseria más absoluta. Trabajo que ayude a construir tu Reino, tu Casa soñada aquí en la Tierra. Que todos trabajemos para que el Reino se haga presente, y no siga aumentando la criminalidad en el país. Trabajo para que las personas vivan felices, ocupadas, en crecimiento, dando continuidad a la Creación y a esta gran familia que somos tus hijos.
Munhava, sexta-feira 2 de Maio de 2008
De repente me llegó un fuerte olor a pescao’ salao’ que casi me tira pa’ tras. Y es que en la calle hay olores y colores característicos. El olor a humo por la mañana y al anochecer, cuando se disponen a hacer las comidas o el té o a quemar la basura. Es un olor agradable que me recuerda mi niñez jugando junto a la casa de Tití Juan, que también cocinaba con leña. En general se respira muy bien, hay poca contaminación en la ciudad debido al poco tránsito y a la casi total ausencia de fábricas.
Sin duda alguna, el olor a humanidad también invade el ambiente. Muchos no se pueden duchar, y pasan muchos días con la misma ropa, y además caminan mucho bajo este sol incansable. Es inevitable que entre los apretujones de un chapa o en la guagua te penetren ciertos olores, no precisamente agradables. También está el olor a tierra húmeda y aquel otro que me transporta a mis islas: el olor del mar.
Los colores dominantes son el verde de los coqueros y mangas, y el canelo de la tierra, luego están el amarillo y el azul, de Mcel y Vodacone (dos empresas de telefonía móvil, que están por toda parte) que ponen su publicidad en cada rincón.
Casi nunca nos olemos, pero yo también hay días que apesto y contribuyo con el ambiente de fraternidad del “chapa 100”. Tú sabes que también tengo mis días de “malos humos” o de mal humor. Ayúdanos a todos a dar olor a Cristo, al perfume del crisma con que fuimos consagrados, para que a todos les agrade nuestra presencia, Tu presencia suave y que todo lo perfuma.
Si el olor al mar, al pescado seco me hace sentir mi canariedad, el color negro de las personas me hace sentir Tu presencia viva, me hace sentir misionero, me ayuda a echar raíces. Dame todo tu Mar con su sal, para que pueda entregarla a puñados en esas manos negras, curtidas de tanto trabajar, cansadas de tanto luchar, vivas de tanto aplaudir y acariciar.
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