¡Pobres niños!

Songo, segunda-feira aos 6 de maio de 2019

            Pasé en Chitima toda la mañana con la cuestión del DUAT. Primero tuve que hace cola para poder autentificar todos los documentos, y luego fui a Geografía y Catastro para dar entrada. En eso perdí toda la mañana, contando que son 45 minutos la distancia que separa Songo de Chitima.

            Y por la tarde a fuimos otra vez a Matumbuliro. Allí me llevé un par de sorpresas. El primer impacto fue que les llevamos a cada familia tres pastas de dientes, pero ninguna tenía cepillo dental. La verdad es que no se me pasó por la cabeza, que no tuviesen cepillo y por eso sólo les llevamos la pasta dentífrica. Pero el segundo shock fue todavía más fuerte porque les llevamos jabón líquido y no sabían lo que era, así que les tuvimos que explicar cómo usarlo.

Pensé que era una cosa de algunas familias más pobres, pero de allí nos fuimos a Catondo y al Barrio de la Unidad y tampoco sabían lo que era el jabón líquido. Me quedé con los ojos a cuadros. Además, en Catondo nos enteramos que a esos tres hermanitos que viven solos, y de los cuales el cabeza de familia tiene 9 años, les robaron el dinero que les dejamos para cortarse el pelo y alguna otra cosa. Como vieron que habíamos estado allí, y sabían que les dejamos algunas cosas y dinero, les entraron a robar. ¡Qué infierno viven los más pobres! ¡Pobres niños! Y allí estaban con sus cabezas sucias y su carita pidiendo disculpas por no haberse podido cortar el pelo.

Tatenda! Los pobres cada día más pobres y los ricos cada día más ricos. Esa es la única verdad mundial, y que un día todos moriremos y los más pobres serán los más ricos y los más ricos serán los más pobres.

Mozambique aún tiene mucho que dar.

Songo, domingo aos 5 de maio de 2019

Como todos los domingos, hoy presidí dos eucaristías. La segunda la mejor que la primera, porque está el pingajo de tres años llamado Estélio, al que le llevé su alba para que disfrutase como acólito. Es el alba más pequeña que tenemos, y aun así tuvimos que ponerle un cíngulo y remangarla, porque es muy pequeñito. Toda la gente estaba que se moría de la risa al ver cómo le colgaban los pies de la silla.

A las 14H:00 se despidieron los jóvenes, y me pidieron unas últimas consideraciones y la bendición final. Con ellos, y con nosotros, ha estado el Hno. Pablo durante todos estos días. Su presencia es una bendición de simplicidad y pasión bondadosa.

Y a las 15H:00 tuvimos la reunión con los encargados de educación de los alumnos del internado. El encuentro fue muy fructífero, había muy buen ambiente e incluso dimos una vuelta para que conociesen las instalaciones y nuestra huerta, que está preciosa.

Cuando ya me iba, vi que los jóvenes estaban sentados esperando la cena y decidí hacer un par de dinámicas con ellos. Esas dos horas que me supieron a gloria. Lo tendré que repetir más a menudo.

Tatenda! Por este último tiempo vivido en gratuidad con estos jóvenes que se divirtieron como niños. Gracias por estos días intensos, donde los encuentros nos hacen soñar que este Mozambique aún tiene mucho que dar.

Para mí, trabajadora es la persona que pone su grano de arena cada día en un mundo mejor.

Songo, quarta-feira 1º de maio de 2019

São José Operário, padroeiro da paróquia de Songo

Dia internacional do trabalhador

            Mi homilía de hoy fue sobre lo que significa ser trabajador cristiano: contribuir en el Reinado de Dios. Es decir, trabajar no es ir a la empresa y recibir a fin de mes, porque eso lo hacen quienes trabajan en la industria de las armas y de la guerra, o quienes manejan los hilos de la economía mundial especulando con el valor del petróleo o la explotación de árboles, rubíes o gas en Mozambique.

            Para mí, trabajadora es la persona que pone su grano de arena cada día en un mundo mejor. Hay millones de personas en África que no ganan nada por su trabajo; millones de mujeres y de niños que se pasan todo el día trabajando por una miseria, o por obtener unos céntimos para poder moler su millo… Estos también son trabajadores. Pero sobre todo me quito el sombrero con trabajadoras como Estrella que deciden dar su vida, todo su tiempo por mejorar la vida de los más pobres.

            Tatenda! San José Obrero te presento a todas esas trabajadoras incansables del Reino, a quienes descubrieron que trabajar es colaborar con la Creación, y especialmente a quienes apuestan por proteger la vida, por sembrar esperanza, por regalar cariño, por cultivar la fe, por contemplar tu Obra de Vida.

En tus Manos maternas están todas ellas.

Songo, sexta-feira aos 26 de abril de 2019

            Con la edad se me ha ido agudizando el olfato, y considero que no es buena cosa. Nos ha llegado una visita inesperada del Hno. Narcísio que es un jesuita de Angônia. No hizo sino entrar por la puerta y ya recibí una serie de mensajes que no agradaron ni lo más mínimo. Hace una semana me pasó exactamente lo mismo con Mariana, la joven portuguesa voluntaria de las salesianas de Moatize.

            Este joven, y es un juicio de valor del que no me siento orgulloso de escribir, es pura fachada. La impresión que recibí era de alguien que intenta caer bien, agradar, cautivar, pero que esconde una realidad bien distinta en su interior. Espero equivocarme, en primer lugar por él mismo, ya que caso de que sea cierto debe tener una gran lucha interior.

            De todas formas, hoy recibimos a casi mil personas de toda la diócesis de Tete, una verdadera invasión de alegría, pobreza y fe. El encuentro anual de la Legión de María es aquí en Songo todo el fin de semana, para lo cual llevamos meses preparando las condiciones de alojamiento: letrinas, baños, limpieza del recinto y cuartos.

            También se queda con nosotros el Pe. Filipe Ajuda, al cual conocí siendo salesiano, y que ahora es diocesano de Tete. Es un encanto, y gracias a Dios, equilibra la balanza en las visitas. Él es el consiliario de la Legión de María y tiene que acompañar todas las actividades organizadas para este evento.

            Tatenda! Son casi 1000 personas, por lo que algunas tendrán que dormir esta noche al raso, sin embargo las condiciones mínimas de agua, y letrinas, están preparadas. Han venido cargadas y cansadas porque algunas han tenido que hacer unos 700km para llegar aquí. En tus Manos maternas están todas ellas.

De Antonio Juan aprendí...

Songo, quinta-feira santa aos 18 de abril de 2019

De Antonio Juan aprendí a besar los pies en el lavatorio. Es un gesto hermoso, que también hace el Papa Francisco. Hoy lavé y besé los pies a 12 catecúmenos que serán bautizados este sábado en la Vigilia Pascual.

Lavar los pies te coloca en tu lugar, te humaniza. Tengo el privilegio de hacerlo una vez al año. Esta vez no quise ver los rostros, sólo miraba sus pies, quise que cada uno y cada una sintiesen cómo Dios mismo les lavaba y les besaba con ternura.

En la homilía hablé de ternura, de gestos, de humildad, de arrodillarse ante los pobres, de servicio… como no podía ser de otra manera.

Tatenda! Guardo un buen recuerdo de mi Semana Santa en las islas, pero vivirla aquí tiene para mí un color especial. A veces los contextos transforman los textos, a veces lo exterior muda lo íntimo. Gracias por estos pies, por los que caminan, por los heridos, por los perdidos, por los encallecidos, por los que buscan nuevas rutas hacia Ti.