martes, 9 de enero de 2024

Tú quieres llenar esos corazones rotos


 

Songo, lunes 01 de enero de 2024
 
Hace 4 años el 1 de enero por la tarde entraron en la iglesia del Doctoral y robaron el Sagrario, megafonía, dinero y otras cosas. Fue un día muy triste para mí.
 
Hoy también nos entraron a robar, pero esta vez al estilo de Mozambique. Estaba cansadísimo porque anoche la misa acabó sobre las 21H:30  y me acosté tarde y muy cansado. La mañana de hoy fue movidita y sólo a las 14H me dispuse a echarme una siesta, pero antes llamé a mi Amada hermana para desearle un feliz año. Cuando estaba hablando con ella y Juan Antonio me tocan la puerta y tuve que interrumpir la conversación de forma brusca: el animador de la Parroquia vino a informarme de un robo en la casa tipo X que la Parroquia tiene en la zona norte.
Salí pitando porque habían pillado al ladrón in fraganti y lo habían detenido allí mismo.
Al llegar me encontré al ladrón, llamado Pongui, barriendo las hojas fuera de mi casa. Me tuve que aguantar la risa, porque los vecinos, como castigo,  lo habían obligado a barrer mientras yo llegaba. Pongui estaba borracho como un chuzo y casi no podía abrir los ojos. Lo cogieron intentado llevarse una puerta y un colchón, pero como no podía con su alma hizo mucho ruido y alertó a los vecinos.
Entró en mi coche voluntariamente, sin ser agarrado ni llevado por nadie. Una vez dentro hablé con él y le pregunté su verdadero nombre (Horacio) y si tenía familia. Me contó que su esposa había fallecido y que tenía una hija que vivía con su hermano. Me dio mucha pena, pues vi como la historia de los pobres se repite.
 
 
 
Cuando llegamos a la policía entró y se sentó tranquilamente. Por segunda vez tuve que contener la risa al comprobar que el policía lo llamó por su nombre, pues es "amigo de la casa". Nos acompañaron el Sr. Cipriano y mi vecino. Y en el interrogatorio lo contó todo. Él con su amigo Manucho habían robado una puerta de nuestra casa la semana pasada y se la vendieron a un vecino, y hoy vinieron para rematar el trabajo.
El policía me pidió fotos y fui a imprimirlas, y cuando llegué ya habían detenido a Manucho que, como diría mi Amada madre: "Tal para cual, Perico pantera": borrachos, sucios de una semana sin tocar el agua, con los pelos rastas y una forma de hablar muy de la calle. A Manucho lo habían esposado muy fuerte y le dolían las manos. Allí estuve hasta las 19H:30 en que terminó el interrogatorio. A ellos se los llevaron a nuestra prisión que como sobrenombre tiene: La guardería de la Señora Mércia.
 
 


 
Tatenda! En fin... un motivo más para que este año empiece con la Pastoral penitenciaria en Songo. Me da una pena tremenda, pero la policía y la gente con la que hablé estaban contentos porque estos dos "comparsas" - como se dice en portugués- se pasan la vida robando aquí y allá. Tú quieres llenar esos corazones rotos y vacíos que sólo buscan llenarse con cosas ajenas y dinero fácil, pero que no les da felicidad y sentido a sus vidas. Danos palabras y un corazón capaz de llevarlos a Ti por el camino de la verdadera libertad.