miércoles, 20 de septiembre de 2023

Su rostro muestra dolor y paciencia


Songo, martes 19 de septiembre de 2023

 

            Ayer llegué a Chiputi, una de las comunidades rurales de Maravia. Cuando acabó la misa, donde tuvimos bautizos y bodas, se informó que una señora estaba enferma. Les dije que después de la misa iríamos a visitarla, pero cuando estábamos preparados para salir nos dijeron que ya estaba un poco mejor, así que no fuimos.

            Esta mañana, después de dormir en mi estera con el suelo tan duro que me duelen todos los huesos, nos fuimos andando a su casa para ver qué tal se había levantado. Allí estaba con dos de sus hijos y su marido. Ella es una jovencita, que parece que hace tiempo que viene con problemas de salud, pero a simple vista no parecía grave.

            Me llamó la atención que uno de los niños tuviese un plástico negro en su cabeza. Eso aquí es frecuente cuando llueve, pero no cuando hace calor. Después me fijé en el pequeñito y se me vino el mundo encima. Vi sus manitas llenas de heridas, también sus orejas y parte de la cara. Como estaba a la espalda de su madre me costó darme cuenta, pero le pedí que me dejase ver sus heridas.

 

            Antes de que se acercase, tristemente me acordé de Benigna, una joven a la que le atacó un herpes horrible por estar con las defensas bajas por ser enferma de SIDA. Se me pusieron los pelos de punta. No había llevado el teléfono para hacerle algunas fotos y enviárselas a Estrella, pero antes de volver, le pedí al de la moto que me llevase nuevamente y le saqué algunas fotos.

            El niño se llama Janeiro y hace más de un mes que está así, y allí su Puesto de Salud más cercano está en Chipera a unos 40 km. La cosa pinta muy mal. Estrella me ha dicho que le haga la prueba del VIH, y que le mande antibiótico oral y en pomada, y que se lave con “jabón lagarto”. Janeiro debe tener unos dos añitos y ya sufre todo el peso de la pobreza extrema.

 

            Tatenda! La mamá de Janeiro probablemente sea portadora del VIH, y sus problemas de salud le vienen de ahí, pero no lo sabrá. Lo que está claro es que Janeiro está inmunodeprimido y por eso le ha atacado con tanta virulencia este herpes. El pobre niño está siempre con picores y su cuerpecito está lleno de marcas… Su rostro muestra dolor y paciencia… Ahora viene una intervención urgente: les dije que viniesen a Songo cuanto antes para dar un tratamiento correcto al niño… No sé si vendrán… Fui para visitar a su madre y me llevé la sorpresa del niño, porque Tú siempre aprovechas cualquier camino para salirme al encuentro. Quien no Te vea en el rostro de Janeiro, quien no vea Tus llagas en sus manitas y orejas, está ciego. Te vi Señor y ahora sólo quiero curar tus heridas.



viernes, 15 de septiembre de 2023

La cultura que me rodea

 

Songo, domingo 10 de septiembre de 2023

San Nicolás de Tolentino – La Aldea


            Cuando estoy en el Ingenio de Gran Canaria, la Aldea son mis antípodas; cuando estoy en Mozambique, siento que mis antípodas son la cultura que me rodea. Las religiosas franciscanas me pidieron que estuviese presente en una reunión del internado, porque tuvieron un problema con las jóvenes.

 

            Una noche les entró un búho en el cuarto y se armó la de San Quintín. No por lo que pensaría cualquier occidental de mentalidad racional, no. El alboroto vino porque querían saber quién era ese búho, quién les envió ese búho y qué pretendía hacerles. Es decir, para ellas ese búho es alguien que, “disfrazado” de búho, les quiere hacer algún mal. Al día siguiente una de ellas soñó que, si iban a la escuela, una de ellas moriría atropellada, así que decidieron no ir a clase. ¿Y qué hicieron? Ni cortas ni perezosas se fueron a un profeta para preguntarle sobre quién estaba detrás de todo esto.

 

            El profeta les cobró unos dos euros por persona, y son unas quince. Es decir, el profeta se puso las botas ese día, y para rematar la jugada les dijo que la cocinera del internado, Dª Isabel Djipissone les estaba echando unos “polvos” en la comida. Es decir, acusó a la educadora del internado como hechicera o bruja. Una vez que ya “sabían la causa de todos los males”, decidieron convocar una reunión entre la dirección del internado y sus familias. Además, volvieron al profeta que les dijo que el hechizo de Isabel haría que sus familiares no les hiciesen caso, es decir, se cubrió las espaldas.

 

            Cuando escuché el relato de los hechos me sentí en las antípodas culturales, como si estuviese escuchando un cuento de hadas y brujas, leyendo “Harry Potter” o viendo “El Señor de los anillos”. Llevo más de 15 años en Mozambique, y estas historias me tocan un día sí y otro no, pero siempre me hacen sentir lo lejos que estamos, estando tan cerca. Puedo tocar sus manos, sentir su olor, apreciar sus paisajes, pero siento un abismo entre mi racionalidad y su realismo mágico, con perdón de Gabriel García Márquez.

 

            Tatenda! Mientras jugaba con las niñas en el parque, vestiditas con sus trajes nuevos, todo me parecía normal. Sin embargo, sé que estamos en dos planos diferentes de la realidad. ¿Cómo hacer para ayudar a estas niñas a explorar nuevos mundos? ¿Qué puedo hacer para abrirme a esta cosmovisión mágica de la vida, para entenderla desde dentro? ¿Cómo evangelizar la cultura? Tú, Señor, siempre preguntabas: “¿Qué les parece?” y hablabas en parábolas… Confieso que sólo pude escuchar y no conseguí decir ni una palabra, en una reunión de casi dos horas. Ábreme el corazón, ábreles la razón…

viernes, 8 de septiembre de 2023

Por toda la gente en Canarias que mantiene esta escuela de troncos y barro

 

Songo, martes 05 de septiembre de 2023

Santa Teresa de Calcuta

 


            El calor intenso desde las siete de la mañana marcó el comienzo del verano. Tengo en el corazón todo un mar de sensaciones, después de pasar un día en Chodzi. Viajar por el río, compartir los avances con el alumnado de nuestra escuela y finalmente la gran fiesta de los bautizos, primeras comuniones y bodas, han hecho de este día, un verdadero regalo del Cielo.

 

            Fui a Chodzi con la profesora Manuela, que es la formadora de nuestros profesores Eulane y Olivio. Para ella fue una gran experiencia, pues era la primera vez que iba a Maravia atravesando el río Zambeze. Fue una verdadera gozada. Alumnas y alumnos de la escuela le mostraron sus avances en portugués y matemáticas, y luego ella se dirigió a todas las mujeres, jóvenes y niñas allí presentes. Fue una verdadera lección de humanidad, una especie de lección magistral que únicamente pretendía devolverles su dignidad, darles fuerza para seguir luchando, abrir sus mentes y sus o
 
 


jos para que vean un poco más allá de su minúsculo mundo de la maternidad, el agua, el fuego, la casa y la tradición. No sé qué habrán podido incorporar, pero el mensaje de una mujer luchadora hablándoles de tú a tú, es un testimonio que les entusiasmó, hasta el punto de que le regalaron un baifo.

            Manuela se quedó impactada con las tres bodas sin anillo, sin trajes ni peluquería, donde todo era extremamente normal. El ambiente de alegría fue la señal inequívoca de que estábamos celebrando la fiesta todas las fiestas. El banquete era de toda la comunidad, donde cada uno trajo algo: harina, gallinas, una cabra montesa, arroz, leña, agua… y se nos fueron las horas sin darnos cuenta.

            En la misa leyó una joven. Es la primera vez en cinco años que llevo aquí, en que veo a una mujer leyendo en las comunidades rurales de Maravia. Me quedé impresionado, porque es alumna de nuestra escuela. Es un hermoso fruto que merecía ser valorado, y al final de la misa, delante de todos, la llamé y la puse como ejemplo para todas las niñas presentes, y le di un regalo.

 


            Tatenda! Llegué a casa entrada la noche, tan feliz que ni noto el cansancio. Feliz porque veo que vale la pena apostar por la educación. Me emocionó mucho escuchar a Linda, y hoy te doy gracias por ella, por sus maestros, por toda la gente en Canarias que mantiene esta escuela de troncos y barro, pero una escuela que sueña, juega, abre horizontes nuevos y mira al futuro con esperanza de que un día amanezca una Linda humanidad en fiesta.

lunes, 4 de septiembre de 2023

Tenemos dos escuelitas donde nadie quiere ir

Songo, viernes 25 de agosto de 2023
 

 

Acabó el curso para profesores de las escuelas de Chodzi y Mulumbua. Estamos contentos por el trabajo de estos días. Estuvieron presentes Olivio, Bernardo, Eulane, Francisco y Lázaro, y las formadoras fueron Zefa y Manuela, que les ayudaron a hacer la programación de este último trimestre y a poner al día los boletines de notas.

            Tenemos dos escuelitas donde nadie quiere ir, a donde el Estado no llega. Y lo más importante, están aprendiendo mucho y nuestros profesores son bastante serios, aunque su nivel de formación académica sea bajito. Es el triunfo de la constancia y del cariño. Cada profesor da clases en su pueblo, y conoce a todos sus alumnos y a sus familias. Ahí radica parte de nuestro éxito, pero también en la formación continua a los profesores.

            El año pasado fui con todos los profesores hasta Fingwe, que es la capital distrital para hablar con nuestro “Consejero de Educación”, que nos recibió pero no quiso incluir nuestras escuelas bajo el paraguas del Estado. Él se lo perdió. Hemos conseguido este año hacer una “trampa” a estos malos políticos del paleolítico. Hablamos con los directores de las escuelas del Estado que están más cerca de Chodzi y de Mulumbua, ellos han metido los nombres y los procesos de nuestro alumnado en sus escuelas, de tal forma que sus estudios serán reconocidos oficialmente, aunque sea por la puerta de atrás. Ha sido una gran victoria, porque las niñas y niños están muy bien preparados.

            Me quedé con los ojos a cuadros cuando nos informaron de la estadística de la escuela de Mulumbua, diciendo que tenían 3 alumnos de la escuela del Estado. Les pregunté el porqué y me dijeron que en esa escuela tienen menos de 20 alumnos (nosotros 120), y ellos estudian de 1º a 5º (nosotros de 1º a 3º), pero que desde que acabó el primer trimestre dejaron de dar clases y se fueron los profesores. Es decir, la escuela del Estado hace tres meses que está cerrada y nadie lo sabe. Les dije que alguien tenía que informar porque, aunque sean pocos niños y niñas, se merecen tener clases, y sólo están viniendo tres porque está a unas dos horas a pie subiendo la gran montaña de Mulumbua.

 

            Tatenda! Por estas escuelitas que se mantienen con un presupuesto mínimo. Creo que las escuelas gastan más en oraciones que en meticales. Llegamos a donde el Estado abandona a sus hijos más pobres, sólo eso me parece un milagro que nunca será reconocido por este gobierno que abandona la escuela pública. Nuestra escuela “ilegal”, acoge alumnos “legales”, que han sido abandonados a su suerte, pero que quieren seguir y se esfuerzan como titanes subiendo y bajando Mulumbua.