domingo, 29 de diciembre de 2019

El día de hoy estuvo marcado por la solidaridad.


Songo, segunda-feira aos 22 de julho de 2019

           Por un lado, un amigo cura diocesano de Canarias me envió dinero para dar una beca de estudios a un seminarista diocesano de Tete. Por ese motivo, estuve en el Seminario hablando con el rector, el Pe. Rosário, para que me indicase el seminarista que está en peor situación económica y familiar. Sin dudarlo me habló de Franscisco Rumanqui Tobías. Así que me senté con el seminarista y le expliqué que un alguien le quiere ayudar en sus estudios, lo cual le alegró mucho, ya que en estos días regresa a Venezuela el Pe. Antonio Emérito, que le estaba apoyando económicamente.
            Francisco es de un lugar muy alejado y pobre de la provincia de Tete. De su familia sólo su madre le apoya en su vocación, pero sus hermanos no quieren que sea cura, y por eso no le ayudan. Ya tiene 30 años y todavía no ha comenzado la filosofía. Se le ve buen chico.
            Por otro lado, está Cátia Albino Gapa. Cátia está estudiando 5º curso de Medicina en la UniZambeze, que es la universidad de Tete. El grupo de vida de Valsequillo ha querido apoyarla en esta recta final, así que fui a llevarle en mano el valor del primer mes, y luego haré transferencias. Me senté con ella un ratito y charlamos. Estaba súper feliz al recibir esta beca. Así que hoy me sentí como un Rey Mago (Baltasar, claro).

            Tatenda! Fui a Tete para recoger mi coche de la Toyota, y sufrí en el chapa porque conducía fatal y a una velocidad muy por encima del sentido común. Aquí hay muchos accidentes mortales, y realmente me da miedo subir en este transporte pues los conductores son chiquillos que lo único que quieren es ganar dinero y no piensan en nada más allá. Espero que tanto Francisco como Cátia se tomen en serio la vida y el estudio les ayude a cuidar este don inestimable que nos has dado para amar.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Hoy se cumplen 20 años de mi primera eucaristía presidida en la Iglesia del Santo Cristo.


Songo, sábado aos 20 de julho de 2019

Ayer llegó una visita de dos amigas de Alberto de Changara. Una de ellas vive en Portugal hace 20 años, porque trabaja en la Embajada de Mozambique, y la otra es amiga suya.
Las visitas de Alberto son de todo tipo, lo cual muestra su corazón abierto. Es un cura excepcional, de la vieja escuela, pero indudablemente fuera de lo común. Él no pierde su forma de ser y sus convicciones aunque tenga delante al presidente del gobierno. Se muestra siempre igual, tierno, firme, atento, con una memoria de elefante que ayuda en todas las conversaciones, porque le hablan de personas de hace 40 años y él las recuerda y además te añade una historia. Envidiable, pero para mí es inalcanzable. Mi única memoria segura es lo que escribo, aunque no todo lo olvido…

Tatenda! Hoy se cumplen 20 años de mi primera eucaristía presidida en la Iglesia del Santo Cristo, con comida preparada por mis tías a la salida de misa. Fue un martes, y leí las Bienaventuranzas de San Mateo, y entregué como recordatorio a los presentes las bienaventuranzas-siemprevivas. Hoy para mí cada bienaventuranza tiene nombres y rostros concretos, son personas que he ido encontrando a lo largo del camino y que me han desvelado el Sueño de Dios. Gracias por cada una de ellas, por cada uno de ellos que son como una alfombra de flores que se extiende de Canarias a Mozambique.