sábado, 22 de febrero de 2014

Tú lo haces todo nuevo...


Missão, sábado 4 de Janeiro de 2014
1º Aniversário do Quizito Mukhonto

                Mavungwana y Matukwanyna me hacen sentir que no me he equivocado como misionero, es decir, que estoy en el lugar indicado para vivir mi vocación de anunciar la Buena Noticia a los pobres donde aún no hay una experiencia fuerte de encuentro con Jesús.
                Matukwanyana estaba llena de hermosos niños y niñas, y en Mavungwana tenemos una pequeña comunidad con problemas. A la primera mujer de Alcino se le olvidó traer la llave del Puesto de Salud y en vez de celebrar la eucaristía, celebramos la Palabra de Dios.
                Después de la siesta continué con el trabajo del comentario a la Parábola del Buen Samaritano, y para rematar una tarde estupenda nos dimos un paseo por la Misión.

                Ni khensile! De paseo por la Misión nos encontramos al Sr. Vasco y charlamos con él hasta que se separaron nuestros caminos. El atardecer era un sueño, la vegetación está llegando a su máximo de hermosura. Mientras caminábamos hablábamos de todo un poco, y fue ahí cuando sentí que Tú lo haces todo nuevo: nos parece estar en un lugar conocido, pero todo ha cambiado (la tierra que pisábamos se la llevó el agua), la vegetación es totalmente nueva, el aire es nuevo, los pajaritos y bichos son otros, ni siquiera estamos en el mismo lugar porque la tierra se mueve continuamente… y nosotros tampoco somos los mismos. Tú nos lo das cada día todo nuevo y renovado para que no vivamos en la monotonía sino en la Creación.

viernes, 21 de febrero de 2014

Ayudas inmediatas que puedan calmar el hambre de este pueblo



Missão, sexta-feira 03 de Janeiro de 2014
Aniversário do meu padrinho Chencho Rodríguez Socorro


                Aunque estaba absolutamente “hecho gofio” me fui a visitar enfermos en Korumana toda la mañana, y regresamos a eso de las 13.00h. Lo que vemos es siempre un espectáculo lamentable de este mundo. Lo que vemos nos conmueve, y algo hacemos, pero muy poco. Sin embargo, la gente se alegra con nuestra visita, con nuestra oración y con nuestro regalito de Navidad: 2 kg de harina, 2 litros de aceite, 2 kg de azúcar, 2 kg de manises. Tuvimos tiempo de visitar unas 8 familias, la mayoría de ellas son ancianas solas o con nietitos, unas ciegas, otras con quemaduras, otras simplemente con hambre. Todas en la miseria que nos rodea.
                Escuchando las noticias con Julio y Caetano nos enteramos de que más de 2000 personas de Gorongosa se refugian en la Sede del Distrito, porque “hombres armados de la RENAMO” los expulsaron de sus casas con amenazas de muerte. Unos minutos antes recibimos un mensaje de Homoine (Inhambane) diciendo que la RENAMO ha entrado en el Distrito y la gente está yendo a refugiarse a la sede.

                Homoine es el Distrito de donde es natural Caetano, a quien hoy habíamos invitado a cenar junto con Júlio, para celebrar la Navidad. Pasamos un ratito agradable con tortilla española y unos sándwiches.



                Ni khensile! Estamos pensando que quizá merezca la pena solicitar una pequeña subvención para ayudas inmediatas que puedan calmar el hambre de este pueblo durante la próxima Navidad. Tenemos que dejarnos conmover por este pueblo que son como un grito a nuestra conciencia de barrigas llenas.

domingo, 9 de febrero de 2014

Es apasionante leer y reflexionar sobre lo que uno vive...




Missão, quinta-feira 26 de Dezembro de 2013
Martírio de Sto. Estêvão
                En lo que Paco, Gildo e Isac fueron a descubrir Gavaza, yo me quedé reflexionando sobre el mundo de la salud y la enfermedad. Es apasionante leer y reflexionar sobre lo que uno vive. Qué diferente es estudiar cuando en la vida sólo se ha sido estudiante, a estudiar cuando ya se tiene un recorrido vital. El estudio ahora se convierte en una mirada sobre lo vivido, sobre la vida misma, y parece darle a esa vida un nuevo ardor.
                Estoy releyendo y comentando los apuntes de Toña, y disfruto en cada párrafo porque veo sus implicaciones, sus escondites, sus perspectivas, sus horizontes. Siento que esta asignatura me ayudará mucho en el trabajo pastoral de acompañamiento a enfermos y a los proyectos de salud.
                En Korumana no tuvimos mucho éxito. Habíamos quedado con la gente para reunirnos hoy, pero sólo vinieron 6 madres, así que volvimos a suspender la reunión. Abriremos la Escuelita Comunitaria, pero sabiendo que en Korumana encontraremos mucha apatía para comprometerse más allá de enviar a sus hijos a la Escuelita. Le dije a Paco que la actitud de la gente de Korumana me deprime.
                Y cuando ya pensaba que el día se había acabado (22.00h) oigo una voz: Pe. Manuel… Pe. Manuel! Me llamaban porque a una joven vecina de la familia Chavango le mordió una cobra. Inmediatamente me vestí y la llevé al Hospital de la Vila donde le pusieron el antídoto (Urbasón?). Me impresionó ver la separación entre los orificios de la mordedura en su pie, que mostraban que era una cobra grande.

                Ni khensile! Gracias a que todos los proyectos son en sí mismos entusiasmantes, y gracias a que uno está aquí por Ti y no por la respuesta exitosa a nuestros proyectos. Seguimos a un “fracasado”, es decir, a alguien que sacrificó su fama, su prestigio, su poder, su vida… por darse incondicionalmente sin buscar aplausos, ni multitudes, ni premios. Tú único éxito fue amar al más pobre hasta dar la vida por él.

domingo, 2 de febrero de 2014

Dos kilos de azúcar y dos litros de aceite




Missão, segunda-feira 23 de Dezembro de 2013


                Alberto Mimbir está totalmente doblado por su edad. No puede ponerse derecho, erguido para poder hacer frente a las vacas que entraron en su cercado. Intentaba espantarlas, pero no podía, mientras ellas se comían su millo tierno. En ese momento llegamos Albino y yo con piedras, y sin un atisbo de franciscanismo, cargamos contra ellas. Al viejo Alberto sólo le faltaba llorar: “A mavele ya mina! A tihomu ti djile hinkwayo! Ni ta yentxa yini swoswi? Hi ta dja yini?” (¡Mi millo! ¡Las vacas se lo comieron todo! ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Qué comeremos?).

                Después de los saludos le entregamos dos kilos de azúcar y dos litros de aceite. Hoy visitamos a casi 20 familias pobres de Mahungo-Ligongolo entregando este regalo de Navidad. Alberto lo agradeció en el alma y me enseñó sus zapatos totalmente gastados del uso. Todo el talón estaba al aire libre. Me quité un zapato e intenté ponérselo, pero sus pies están hinchados y no le entraban. Acabé dándole mis calcetines. Esta fue la primera visita.

                Describirlas todas sería casi imposible: la abuelita Sara arrastrándose entre las piedras para arrancar las malas hierbas; una joven con síndrome de Down con sus tres hijitos bañados en suciedad y podredumbre; Paulina Djeje borracha como una cuba bailando y dando saltos de alegría cuando le entregamos el azúcar y el aceite; Williamo Hlahla ciego pero lleno de luz, sin camisa por el calor, solito y sentado en su pallotita… y así una familia tras otra.



                Ni khensile! Cada vez que visito a las familias de Mahungo vengo depresivo. No puedo evitar que me deprima tanta pobreza. Tengo dolor de cabeza y me voy a acostar rápido, porque ni la ducha me quitó la insolación. Sin embargo, agradezco de corazón la solidaridad de tantas personas que este año han aliviado un poco el sufrimiento de los más pobres.

sábado, 1 de febrero de 2014

La esperanza de un mundo mejor




Missão, domingo 22 de Dezembro de 2013
42º Aniversário de Vida


                Khanimambo! Inkomu! Na khensa! Na bonga! Por cada día de estos 42 años, incluyendo los días oscuros y los tropiezos, y los besos y los abrazos, y las lágrimas y sonrisas… todo lo agradezco, porque todo es vida.
                En la acción de gracias de la misa de la Misión bailé y di gracias a Dios, a mi comunidad, a mi familia y amigos, a la Vida… y me habían preparado un mensaje de felicitación que acabaron lanzándome pétalos de flores. Repartí caramelos para todos.
                Luego vino el almuerzo con el equipo misionero y los seminaristas. Tuve regalos de mi familia, de amigos y amigas, del equipo misionero con quienes soplé la vela de la esperanza de un mundo mejor.
                Recibí llamadas, mensajes y correos de felicitación. Incluso, cuando mi hermana me llamó se estaba cantando El Gordo de Navidad. Un año más, el Gordo fui yo, Irenela, el seminarista Nélio…


                Ni khensile! ¿Cómo agradecer el don de la Vida? ¿Cómo dar gracias por lo más  importante? Tendría que agradecer a cada persona que en la historia amó hasta que mis padres amándose me dieron vida, y luego continuar por cada persona que encontré en la vida y que me dieron más vida. Y no puedo olvidar a aquellos que siguen cuidando nuestras vidas desde quien es La Vida.