domingo, 27 de octubre de 2019
Me gustaría que un día, más allá de mi piel, pudiesen ver mi interior y que en él, te encontrasen a Ti.
Songo,
domingo aos 14 de julho de 2019
Chidindi es el nombre de uno de los barrios más pobres de Songo, y que está
muy cerca del río Zambeze. De hecho Chidindi significa «hoyo», porque está
situado en un auténtico agujero, en el fondo de un barranco.
Fui con las voluntarias de
Cáritas porque ahí existió durante años una comunidad y tiene incluso una
capilla que ha estado semi-abandonada. Es la comunidad San Daniel Comboni.
Celebramos la Palabra de
Dios con la alegría desbordante de una iglesia llena de niños sucios pero
felices y curiosos de tocar a «un blanco». Cuando me daban la mano, querían
sentir mi piel y casi no te sueltan porque les llama la atención lo más
superficial: la piel. Me gustaría poderles abrir mi corazón, para que viesen
cuánto les amas. Me gustaría que un día, más allá de mi piel, pudiesen ver mi
interior y que en él, te encontrasen a Ti.
Tatenda! Tuve la impresión
de que estaba siendo el comienzo de algo. Necesitaba el contacto con un pueblo
bien pobre en un ambiente celebrativo. Bailé con ellos, canté con ellos y
disfruté enormemente de su sencillez. Es una gran motivación para retomar el
cinyungwe, para comenzar a estudiar la lengua local desde el contacto con los
más pobres. Te pido Señor, que los pobres me enseñen a hablar, que los pobres
me abran el corazón de su cultura, su alma y sus cantos, sus alegrías y
esperanzas.
miércoles, 23 de octubre de 2019
«otra realidad»
Songo,
sexta-feira aos 12 de julho de 2019
Visité con las voluntarias de Cáritas el barrio de Chingwele. Lo de siempre,
pero con caras nuevas y nuevas historias de sufrimiento: niños huérfanos,
enfermos mentales, viejitas solas y muy abandonadas, un viejito que se arrastra
por el suelo… Un auténtico panorama.
Es un contraste tan fuerte
con la «otra realidad» de Songo: ingenieros, médicos, agua corriente, luz
eléctrica, niños pijos hablando portugués, etc…, que a veces me parecen que
esos dos mundos no se encuentran, están como sobrepuestos.
Gracias a Dios, la Iglesia
Católica, cosa que me enorgullece decir, está al lado de los pobres y se
desvive por ellos. Somos, con toda seguridad, las únicas personas, la única
organización que se preocupa por su vida y por sus problemas.
Tatenda! Sin embargo, me
preocupa Señor que son estas personas las que «están excluidas» de la Iglesia.
Las visitamos, sí; pero no se sienten invitadas a participar de tu mesa…
Prepara Tú para ellas la mesa de la alegría, de la solidaridad, de la paz, de
la educación, del respeto… para que puedan alimentarse de tu sabroso Pan de
vida, de justicia, de amor.
lunes, 14 de octubre de 2019
La pobreza siempre me sorprende
Songo,
domingo aos 07 de julho de 2019
Aniversário de Marimar Ramírez Araña
Celebramos hoy la Fiesta del Sagrado Corazón de
Jesús con baifos, gallinas y patos en el ofertorio. Horas después, gracias a la
vídeollamada de whatsapp, mi hermana y mi tía Luisa vieron los animalitos, y
juntos recordamos a Papá Manuel.
También celebré la misa en el Barrio de la Unidad
con la sencillez de los pobres, y al terminar nos fuimos a visitar a 6 familias
muy pobres. La pobreza siempre me sorprende, es imposible no sentir cada
familia como única, y cada problema como el mayor.
La novedad llegó al atardecer cuando fuimos
Alberto y yo a rezar en la casa del doctor Fernando. Su padre, que también fue
médico, falleció hace poco tiempo y nos pidió que fuésemos a su casa para orar
en familia. Acabó llorando. Su madre musulmana, le pidió que preparase una
merienda para celebrar la oración (como tradición islámica), fue un gesto muy
bonito, así que su esposa, sus hijos, él y nosotros compartimos un poco de
queque y chamuzas.
Tatenda! Por Marimar que siempre me regala su
amistad y no deja de renovar el contrato de la cercanía. Gracias por las
alegrías y las tristezas compartidas, las alegrías se multiplican cuando se
comparten y las tristezas se dividen cuando se muestran. Enséñanos a reír y a
llorar juntos, para poder cada día multiplicar alegrías y recortar las
tristezas.
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