jueves, 20 de julio de 2023

Su propia cultura mágico-religiosa

 Songo, martes 05 de Julio 2023


Cumpleaños de Vicente Berenguer Llopis

 

            ¡Por fin comenzamos a navegar en nuestro barco! Ayer fue una experiencia fantástica, pues hicimos una experiencia con nuestro Amour -así se llama el barco- y fuimos a Caliote, donde me esperaba la sorpresa de ver parado un barco llamado Manyerere (nombre de una isla de la albufera de Cahora Bassa, que significa “hormigas”) que hace 4 años estaba siendo armado cerca de la presa. Una penita, porque es un barco nuevo que nunca ha hecho un solo viaje en todo este tiempo por cuestiones burocráticas.

 

 

            Hoy pusimos a funcionar los motores a toda máquina, y es un verdadero placer. Llegamos a Chodzi en unos 20 minutos, cuando normalmente tardo cincuenta. Nos esperaban muchos miembros de la comunidad y alumnos de la escuela. Fui acompañado por Albino y Mario. Albino está aprendiendo a pilotar el barco, pero está muy limitado físicamente, mientras que Mario es un experto marinero. También yo voy haciendo pinitos, porque quiero ser autosuficiente en este ámbito para no depender de nadie en estos viajes pastorales.

 

 

 

 

 

             Cuando íbamos hacia el río tuve una conversación con Albino, que una vez más me abrió los ojos a esta mentalidad africana en la que vivo. Le pregunté por su sobrino-nieto Edú, y me contó que sigue con problemas, que no está yendo a la escuela, que llega a casa de madrugada, etc. Y que han decidido llevarlos a él y a su hermanito a Changara con sus abuelos, porque “esta piel nos da muchos problemas”. Teme que les pase algo y lo culpen a él con toda la fuerza de la tradición. Y me contó que en estos días una señora conocida estaba de baja en el hospital porque le había mordido un caracol y tenía toda la mano hinchada, además ella había visto el caracol mientras dormía.

 

            Tatenda! En su cosmovisión, Albino piensa que alguien “con forma de caracol”   -así lo creen según su tradición- vino a morderla mientras dormía para hacerle un daño grave. Y cuando lo contaba se veía que estaba absolutamente convencido de ello. A mí me tendrían que trasplantar el cerebro para poder llegar a esa conclusión. Sin embargo, escucharles me ayuda a entrar en otras formas de ver la realidad, porque me ayuda a entenderles por dentro, desde su propia cultura mágico-religiosa, y de esa manera saber respetarles mejor y anunciarte a Ti que nos libras de todos los miedos que nos paralizan.

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