domingo, 4 de julio de 2010

A Ti te lo debemos todo...


Koboko, sábado 8 de Maio de 2010

La historia de los zapatos está llegando a su fin, o por lo menos eso creo. Al terminar la misa de Incomanine fuimos a recoger las chanclas que le encargué a Dona Adelaide, y que compré con el dinero de la colecta de Marpequeña (de la Noche de Reyes y de mi despedida). Ya sólo falta escribirles una carta con el bolígrafo que me regalaron, sacar unas fotografías y entregar las cholas a los niños.
Por la tarde, me fui con el sr. Simbine a lavar el coche al río, y de allí nos fuimos a tomarnos algo a un bar cercano. Lo pasamos bien, y yo agradezco esos ratitos en los que me encuentro con la gente fuera del ambiente eclesial, litúrgico… Cuando estoy lavando el coche, o bebiendo una cerveza en un bar, me siento un poco más metido en esta realidad.

Inkomu! Esta noche se nos va Vicente. Acabo de hablar con él mientras lo atendían en la puerta de embarque. Pasará dos meses en España. Espero que descanse y venga con las pilas cargadas, aunque con 73 años es difícil cargar al 100%. Tú nos das los zapatos, el río, los amigos, el descanso, las risas, el cielo estrellado, las palabras para la oración… A Ti te lo debemos todo: gracias por todo.

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