miércoles, 8 de septiembre de 2010

Víctima de malos tratos...



Koboko, domingo 30 de Maio de 2010

Aniversário do matrimónio dos meus país

Dia de Canárias


El día se presentó frío pero bonito. Llegué a la Misión faltando unos minutos para las 7.00h, pero fui el primero. A los pocos minutos llegaron Paco y Dona Rabeca, y a cuenta-gotas fueron llegando los fieles para la misa. Mientras hacíamos tiempo para tener “quórum”, oí unos gritos de un niño que pasaba cerca de la capilla.

Cuando me asomé Paco estaba con él. Eran el sr. Silva y su hijo. Paco se volvió hacia mí bastante nervioso y me dijo: “se ha quemado”. Comenzamos a llamarlos para que se subiesen al coche, pero sin embargo, el sr. Silva seguía su camino. Posteriormente dio la vuelta a la casa y se acercó al coche. Cuando vi al niño me quedé horrorizado: sus dos brazos totalmente quemados, sin piel, incluyendo las manos. El niño no paraba de llorar y de gritar. Lo subimos en el coche y Paco lo llevó al Hospital para que yo celebrase la misa.

Antes de comenzar la misa, llegó Dona Mónica exaltada contando lo que había visto: el hijo del sr. Silva le robó a su padre 200 Mt, y éste le amarró las manos, le roció petróleo y le pegó fuego! Se nos pusieron los pelos de punta y luego se me revolvieron las tripas de tanto coraje. ¡¿Cómo se le puede hacer eso a un niño de 10 años?! Ahí entendimos su reacción de no venir hacia nosotros para pedir socorro, y que no nos dijese claramente lo sucedido.

Después de la misa, Paco regresó del hospital y salimos juntos. Mientras comentábamos lo sucedido, me dijo que le habían dicho que yo había llevado a la mujer del sr. Silva al Hospital Central el pasado jueves, cosa que era mentira. Eso me dejó un poco nervioso, porque ese niño ha sufrido la ira de su padre, porque su madre no estaba en casa para protegerlo, así que rápidamente fui a aclarar esa situación.

Visité al niño dos veces e intentó hablar conmigo, pero el padre no se despegaba de mí, y me dijo: “Mañana se lo cuento, sr. Padre”. Ahí vi claramente, que el niño está asustado y pensando cómo escapar de su padre, cómo encontrar a su madre, cómo salvar su vida…


Inkomu! Cogí al sr. Silva y le hice saber que cuando pasen estos primeros momentos deberá explicar muy bien lo sucedido. Hemos hablado muchas personas de denunciarlo por malos-tratos, pero el problema es que en estos momentos su madre está hospitalizada para ser operada y necesitamos organizarnos bien. Gracias a que estábamos allí cerquita para socorrerlo y llevarlo rápidamente al Hospital. Gracias porque nos contó el enfermero que hacía un año que estaban sin las gasas para quemaduras y llegaron precisamente esta semana. Gracias también por Almeida que hoy duerme en mi casa porque mañana comienza su formación como APE. Y gracias finalmente por mis padres que nunca nos maltrataron, sino al contrario nos corrigieron siempre con gran amor.

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